¡Póngame un metro de cachopo!

El cachopo asturiano del restaurante Urumea es largo y estrecho.
El cachopo asturiano del restaurante Urumea es largo y estrecho.
URUMEA
El cachopo asturiano del restaurante Urumea es largo y estrecho.

¡Póngame un metro de cachopo! le dicen al camarero. Y al rato, un metro del famoso plato asturiano está sobre la mesa. Un metro o más. Ocurre desde hace días en el restaurante asturiano Urumea, en Madrid.

Medido es algo más: metro y medio de cachopo. O sea, un cachopo largo y estrecho, que se sirve troceado para cuatro comensales. Lleva lo que debe llevar un cachopo: kilo y medio de carne de ternera asturiana, acompañada de quesos de la zona (Lo Peral, Afuegal´pitu y otro que los funde) y jamón ibérico.

El cachopo que elaboró el restaurante Peña Mea en 2013 tenía 2,5 metros de largo por 1,10 de ancho

Todo ello lo cubren con un rebozado crujiente para que el cachopo esté blando y jugoso por dentro y crujiente por fuera. Eso dice la norma de esta receta asturiana tan popular. Será por lo de que se comparte.

Claro que cachopos extensos los hay en muchos restaurantes, aunque tal vez no tan largos como el de Urumea. Para grande el que elaboró el restaurante Peña Mea de Posada de Llanera en 2013: tenía 2,5 metros de largo por 1,10 de ancho. Contenía 40 kilos de ternera, 10 de queso, 8 de jamón, más la harina, el huevo y el pan rallado para el rebozado. Son ocasiones especiales.

De todos modos, una cosa es hacerlo grande y otra es hacerlo rico. La Guía del Cachopo organiza desde 2014 el concurso del Mejor Cachopo de España. En 2020 el triunfo se lo llevo la Taberna La Charca, de Madrid.

Cachopo
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Europa Press - Archivo

Un exceso gastronómico no tan antiguo

El cachopo es en sí mismo un exceso. De tamaño, de carne, de relleno... muchos quedan sin acabar en el plato. Y lo curioso es que es una receta asturiana no tan antigua, que cobró nueva vida a partir de la segunda mitad del siglo XX, o sea, hace dos días.

El último concurso al Mejor Cachopo de España lo ganó en 2020 la Taberna La Charca, de Madrid

Las primeras referencias escritas aparecen a primeros del siglo XVIII. En El libro de cocina, de la gastrónoma Adela Garrido en 1938, el plato aparece como "filete a la asturiana". Era un plato frecuente en las mesas de la burguesía asturiana de comienzos del siglo XX, que podía pagar todos esos ingredientes.

Pero el cachopo resucita y se hace popular en la década de 1950, a raíz de que el restaurante Pelayo de Oviedo lo incorpora a su carta en 1947. Ese y otros restaurantes de Oviedo y Grado lo convierten en un clásico de sus menús. 

Con el nuevo siglo se extendió por todo el país y hoy es muy popular, por ejemplo, en los restaurantes asturianos de Madrid. Hasta un hostelero se hizo famoso como "El Rey del Cachopo". Pero esa es otra historia.

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