Los motivos por los que Alemania y Francia quieren prohibir las mascarillas caseras

Las mascarillas de tela están en el punto de mira. Para que sean fiables, el material tiene que estar homologado, que llevemos los filtros correctos y que cumplamos las normas de higiene. Por eso en los hospitales del País Vasco a la entrada las cambian por las quirúrgicas, una forma de asegurarse que no se cuela el virus. Además de estas, las KN95 desaparecerán del mercado el próximo día 1, y las de válvulas, las que al principio de la pandemia eran las más seguras, tampoco se aconsejan ahora.
Mascarilla de tela
Las mascarillas de tela están en el punto de mira. Para que sean fiables, el material tiene que estar homologado, que llevemos los filtros correctos y que cumplamos las normas de higiene. Por eso en los hospitales del País Vasco a la entrada las cambian por las quirúrgicas, una forma de asegurarse que no se cuela el virus. Además de estas, las KN95 desaparecerán del mercado el próximo día 1, y las de válvulas, las que al principio de la pandemia eran las más seguras, tampoco se aconsejan ahora.

Las mascarillas se han convertido en un producto de primera necesidad como forma de frenar los contagios de Covid-19, sobre todo, desde que se ha implantado como obligatoria en todos los espacios públicos. Concretamente en España, se siguen recomendando las mascarillas higiénicas, aunque son igualmente válidas las mascarillas de tela. 

Estas últimas se encuentran en el punto de mira, ya que dependiendo del material con el que estén hechas o los filtros que lleven incorporados, son más o menos efectivas a la hora de filtrar el aire y prevenir los contagios. 

Es por ello que algunos países europeos, como es el caso de Austria, han establecido el uso obligatorio de la mascarilla FFP2 en las los comercios y en el transporte público, así como en instalaciones donde se proporcionen servicios, como talleres mecánicos, y edificios de propiedad estatal, tal y como informa Europa Press. 

Otros países, como Alemania o Francia, han prohibido el uso de mascarillas de tela sin homologación para acceder a los servicios administrativos o al transporte público.

El motivo que ha propiciado estas nuevas medidas en torno a las mascarillas de tela es que este tipo, en ocasiones, no se ajusta del todo bien a la cara y, además, su porcentaje de filtración es menor que el de las mascarillas homologadas. Así lo explicaba el ministro de salud galo, Olivier Véran, el pasado jueves en el canal de televisión TF1.

De este modo, en este país se recomienda solamente utilizar las mascarillas con capacidad de filtración superior al 90%, donde entran las FFP2 o la KN95. 

Mientras, en España se siguen permitiendo las mascarillas de tela, incluso las caseras, en todos los espacios públicos, aunque ya desde el pasado mes de octubre, en algunos puntos del país se desaconsejaba utilizar las mascarillas de tela en centros hospitalarios. La red sanitaria pública de Guipúzcoa fue la primera en prohibir la entrada a sus instalaciones con este tipo de mascarillas.

Por su parte, la Organización Mundial de la Salud, indicaba que las mascarillas de tela siguen siendo efectivas a la hora de frenar los contagios de Covid-19. Incluso ahora que se han empezado a desarrollar diferentes variantes del coronarivus, el modo de transmisión sigue siendo el mismo y, por tanto, las mascarillas de tela siguen siendo útiles. 

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