La OCU advierte de que ni la aspirina ni otros AINE previenen la demencia

Aspirina
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FLICKR/EL GRAN DEE - Archivo
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Desde hace tiempo, se ha extendido la creencia popular de que los antiinflamatorios no esteroideos (AINE) como, por ejemplo, la aspirina, pueden funcionar a la hora de prevenir o retrasar la aparición de demencia. Sin embargo, esta afirmación es falsa, según la Organización de Consumidores y Usuarios. Por el contrario, estos tratamientos sí aumentan la aparición de efectos adversos.

La demencia es un problema de salud muy importante entre la población de edad avanzada, sobre todo, en los países con un índice de envejecimiento  más alto, como España. 

Lo primero que hay que saber, es que la demencia como enfermedad no tiene, por el momento, ningún tratamiento preventivo ni curativo que sea eficaz. Es más, no se conocen bien todavía los mecanismos implicados en el desarrollo de la demencia. 

Lo que sí que se sabe es que el desarrollo de esta enfermedad se debe en parte a un proceso inflamatorio, lo que ha llevado a pensar que tomar medicamentos antiinflamatorios podría evitar o retrasar el desarrollo de demencia. 

La aspirina no retrasa ni previene la demencia

Sin embargo, un equipo de investigadores realizaron una revisión sistemática Cochrane recientemente publicada y la conclusión es que, lamentablemente, estos medicamentos no tienen ningún efecto a la hora de conseguir evitar la demencia.  

La revisión Cochrane descubrió cuatro ensayos clínicos dónde se comparaba la eficacia de cuatro AINE (aspirina, celecoxib, naproxeno y rofecoxib) para prevenir la aparición de demencia, frente a la eficacia de un medicamento placebo.

La suma de los cuatro ensayos clínicos suponía un total de más 23.000 participantes adultos, todos ellos sin diagnóstico previo de demencia. Ninguno de los ensayos clínicos encontró que estos medicamentos tuvieran eficacia alguna en la prevención de la demencia.

Sin embargo, se descubrió que, en los pacientes que dentro del ensayo clínico fueron asignados a tomar alguno de estos AINE, aumentaban la aparición de daños relacionados con los efectos adversos típicos de estos fármacos: hemorragias y problemas gastrointestinales de naturaleza leve (nauseas, gastritis y dolor abdominal), pero también problemas gastrointestinales más graves, como úlceras, hemorragias gástricas y perforaciones de estómago.

De este modo, la conclusión es clara: los AINE no ayudan a prevenir la demencia y, por el contrario, aumentan el riesgo de sufrir los eventos adversos típicos de esta familia de medicamentos.

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