Mazmorras, conventos, baños árabes... conoce el Toledo subterráneo

El encanto de sus calles, los monumentos históricos, sus lugares de interés cultural y la gran oferta gastronómica hacen de Toledo una visita obligada y perfecta para pasar el día perfecto en familia o con amigos. 

Sin embargo, si ya has realizado esta visita más típica y quieres volver, Toledo ofrece, como la mayor parte de las ciudades, sitios menos conocidos y que merece la pena visitar. Así, es muy recomendable hacer una visita por el Toledo subterráneo, una forma diferente de conocer la ciudad y su historia. 

En la ciudad hay algunas empresas de turismo como, por ejemplo, Rutas de Toledo, que ofrecen una ruta de dos horas por diferentes lugares subterráneos de la ciudad, dos de ellos en exclusiva. También hay otras como Visita guiada por el Toledo Subterráneo, de la web Tours Gratis.

Toledo subterráneo

Uno de los lugares para conocer la historia que se esconde en el subsuelo de la ciudad de Toledo son las mazmorras que se encuentran bajo la Posada de la Hermandad. La Posada de la Hermandad, ubicada en la calle del mismo nombre, es un edificio gótico que sirvió como cárcel de la Santa Hermandad Vieja de Toledo. En el subsuelo, las cuatro estancias que se pueden visitar, tapadas con rejas, muestran las celdas donde se hacinaba a los presos. 

Otra visita a las profundidades de Toledo se puede realizar a las Termas Romanas. Están ubicadas en el subterráneo de la Plaza Amador de los Ríos y este espacio de gran dimensión, denominado Thermae, constituye los restos de unas termas romanas del siglo II D.C., donde acudían los ciudadanos a bañarse, darse masajes...

La Casa del Judío es otro de los lugares que no pueden faltar en esta ruta por los subterráneos de Toledo, ubicado en el corazón de la Judería toledana, tal como explican desde el Consorcio de Toledo. Esta vivienda muestra el modo de vida de los judíos en los siglos XIV-XV, otra forma de aprender sobre la historia de la ciudad.

El Pozo de El Salvador, situado en la plaza del mismo nombre, constituye un sótano abovedado de grandes dimensiones y formado por dos estancias: la sala rectangular construida en mampostería y la sala principal. Data de entre los siglos XII y XIII y es una forma de hacerse una idea sobre el mundo del patrimonio hidráulico y de los sótanos de Toledo.