Este sencillo gesto te ayudará a evitar averías e imprevistos durante tus viajes

Imagen de archivo del cambio de aceite del motor de un coche en un taller mecánico
Imagendel cambio de aceite del motor de un coche en un taller mecánico
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Imagen de archivo del cambio de aceite del motor de un coche en un taller mecánico

Aunque por fuera parezcan máquinas robustas, los automóviles son delicados en algunos aspectos y necesitan de ciertos cuidados y un poco de mimo. Llevar las revisiones al día y estar pendiente de sonidos o comportamientos inusuales puede librarnos de una costosa  avería. 

Muchas veces, las atenciones que requieren los coches suelen solucionarse con pequeños gestos que, a tiempo, previenen imprevistos y daños mecánicos que pueden sobrevenir en cualquier momento, incluso mientras estamos de viaje. 

Una de estas costumbres preventivas es controlar el nivel del aceite del motor. Este líquido ayuda a los engranajes se muevan sin rozarse o desgastarse entre sí, por lo que tenerlo siempre en su justa medida y de buena calidad puede salvar la vida del motor del coche. 

Más allá de cambiar este líquido periódicamente, cuando indique el fabrican bien sea contando kilómetros o meses, también es importante antes de salir de viaje cerciorarse de que el tanque del aceite del motor está lleno. Y el gesto para comprobarlo es muy sencillo.

Cómo comprobar el nivel de aceite

Los vehículos más modernos están equipados con sensores que avisan cuando bajan los niveles de, entre otros líquidos, el aceite. Pero aún así, es imprescindible saber cómo comprobar el nivel del aceite del motor manualmente, en caso de que el sistema electrónico falle. 

El primer paso es localizar la varilla: suele estar ubicada cerca del motor y señalada por un etiqueta llamativa. Una vez sepamos dónde está, es hora de iniciar las comprobaciones. 

Para asegurarnos de que el nivel es el correcto es importante estacionar el coche en una zona completamente llana, ya que la inclinación del terreno podría falsear la medición. 

Extraemos la varilla, la limpiamos y, con el motor apagado, la introducimos en el depósito del aceite del motor. Tiene que tocar el fondo antes de extraerla. La varilla dispone de dos líneas que marcan el máximo y el mínimo de cantidad de aceite que tiene que haber: al sacarla, la mancha que haya dejado el aceite del depósito tiene que estar entre esas dos marcas. 

Y es que el aceite del motor tiene que estar en su justa medida: poco es nocivo para el motor pero si el depósito está demasiado lleno puede provocar problemas y aumentar la temperatura del motor del coche. 

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