José García Mostazo: "Los podólogos somos un servicio esencial, pero nos faltan equipos de protección"

  • José García Mostazo es Presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Podólogos (CGCOP).
  • "Hay muchísimas clínicas que lo están pasando muy mal y van abocadas a cerrar".
Podóloga colocándose la mascarilla en su consulta.
Una podóloga se coloca la mascarilla en su consulta.
CGCOP
Podóloga colocándose la mascarilla en su consulta.

José García Mostazo es el Presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Podólogos (CGCOP), que está constituido por 17 colegios autonómicos, y también el Presidente del Colegio de Podólogos de Extremadura. Después de 26 años ejerciendo como podólogo, admite que la situación en la que se encuentran los compañeros de profesión, actualmente, es complicada.

Aunque su visión sobre la situación es esperanzadora, "vamos a salir, vamos a estar bien y los podólogos estaremos ahí para ayudar en la medida de nuestras posibilidades", reconoce que las circunstancias no son fáciles. Sin embargo, está haciendo todo lo posible por apoyar a sus compañeros que, ante el Estado de Alarma, se sienten indefensos.

¿En qué situación se encuentran los podólogos en estos momentos? 

Bueno, pues la situación es complicada porque estamos declarados como un servicio esencial, o sea, que en teoría deberíamos estar abiertos para atender a nuestros pacientes, pero se dan dos circunstancias complejas. Una es que no tenemos equipos de protección, los famosos EPIS, porque se hizo un llamamiento a todas las profesiones sanitarias para que, en la medida de lo posible, donáramos los equipos que teníamos para ponerlos en manos de las personas que están en primera línea, como médicos, enfermeros, auxiliares, celadores, etc., y así lo hicimos. Otra, es que salió una normativa que ponía de manifiesto que las distribuidoras de los equipos de protección quedaban a merced de lo que el Estado necesitase, por lo tanto, tampoco tenemos la opción de reabastecernos.

Como servicio esencial, entiendo que estáis abiertos solo para atender urgencias.

 Correcto. La situación actual de las clínicas de podología de España es que, siguiendo la normativa del Estado de Alarma, atendemos las urgencias que pueden conllevar un riesgo para la salud. También, entendemos que tenemos que contribuir a que no se colapse el sistema sanitario público que sabemos que ha estado en unos momentos muy complejos.

¿Qué patologías se consideran urgentes y cuáles no? 

Aquellas que conlleven un riesgo para la salud de la persona. Si hablamos de que nuestros pacientes, por ejemplo, son personas diabéticas, no tratar y no cuidar una herida en el pie puede conllevar que se ulcere y comprometa la vida de la persona. Por lo tanto, esto constituye una urgencia. También tenemos otros procesos que podrían ser considerados menores, pero que también son urgencias, como un paciente que tiene un proceso infeccioso en un dedo del pie por una uña encarnada; o la asistencia a la evolución quirúrgica, porque si un paciente intervenido no se le hacen las curas adecuadas la herida puede evolucionar hacia la infección. Además, tratamos procesos inflamatorios agudos, por ejemplo, cuando una persona tiene un exceso de apoyo en una zona del pie y eso provoca un cuadro inflamatorio agudo que le impide caminar. Y bueno, también hay traumatismos.

Si un paciente necesita acudir a la consulta de un podólogo, ¿debe contactar primero por vía telefónica con vosotros? 

Sí, la idea que nosotros trasladamos a nuestros compañeros es que hiciéramos un triaje para citar al paciente. Porque si este viene a nuestra consulta y no sabemos si tiene fiebre o ha estado en contacto con una persona con una infección por coronavirus, pues al final puede conllevar que el profesional se convierta en un vector de contagio. Si el paciente además de su patología tiene un riesgo de estar infectado, quizás su asistencia más adecuada sea en el hospital. Todos los podólogos estamos intentando asistir a nuestros pacientes por teléfono con el análisis de las imágenes, mandándole pautas, etc. 

"Ahora mismo el podólogo no está en la consulta, normalmente no hay pacientes, pero sí hacemos bastante telemedicina".

¿Qué sucede con las clínicas que han donado su material de protección y se encuentran desprovistos de él?  

Hay compañeros que no tienen la opción de tratar urgencias debido a esto, entonces lo que se ha hecho es derivar los pacientes a otros compañeros que sí tienen esa capacidad.

¿Esto quiere decir que hay clínicas que se han visto obligadas a cerrar? 

Sí, esa es otra parte, porque la podología, mayoritariamente un 90% o más, somos del sector privado y no todos tienen equipos de protección. Hay muchos compañeros que se han visto en la necesidad de solicitar expedientes de regulación por tener trabajadores y otros han pedido el cese de su actividad como autónomos. Yo entiendo que esta originalmente es una crisis sanitaria, pero no cabe duda de que detrás de esto hay muchísimas clínicas que lo están pasando muy mal y van abocadas a cerrar.

"Tengo que velar en la medida de lo posible para que mis compañeros estén lo menos indefensos posible".

Cuando los pacientes acuden a la consulta, ¿qué medidas de protección deben tener los podólogos? 

Desde el Consejo hemos hecho un protocolo, que todavía está en fase de revisión, que deben seguir nuestros compañeros para atender las urgencias. Cuando el paciente entra en la consulta, si no viene provisto de una mascarilla se le da una, y debe lavarse las manos con un gel desinfectante con alcohol, o con agua y jabón. A continuación, se le deben suministrar unos guantes... Para el profesional, pues las medidas son las que marca el Ministerio de Sanidad que son el uso de las mascarillas, pantallas protectoras, guantes, batas impermeables y todo el material desechable. 

¿Habéis solicitado material de protección a las Administraciones? 

Sí, a ver, lo que les hemos pedido es que nos provean de empresas o nos digan a dónde tenemos que dirigirnos para poder reabastecer las clínicas y, también, les hemos pedido que en la medida de lo posible les permitan a las empresas que nos distribuyen el material clínico importar, porque el riesgo mayoritario es que cuando llegue a la aduana quede retenido. Nuestros compañeros están haciendo un esfuerzo importante por equipar las clínicas. Han surgido muchas iniciativas como un tipo de mampara que han diseñado las empresas de forma rapidísima para colocar entre el paciente y el profesional, y que tiene una fácil instalación en nuestros equipos. 

¿Recibisteis respuesta a vuestra petición? 

Pues a nivel del Estado la respuesta que hemos recibido ha sido el decreto de controlar los precios de origen para que no sean excesivos y en algunas Comunidades Autónomas ya nos han dado un listado de empresas a las que poder dirigirnos. La mayoría son de ámbito nacional que hemos compartido con el resto de colegios. También, nuestras empresas habituales de distribución nos están hablando de que sus contactos fuera de España ya van teniendo disponibilidad de enviar material sin que el Gobierno bloquee los pedidos en la aduana. Esta es una medida importantísima. 

"Será cuestión de tiempo que podamos estar reabastecidos".

El podólogo todavía es un profesional que no se incluye en la cartera básica de servicios del Sistema Sanitario Público, ¿cómo os sentís al respecto? 

Bueno, nosotros entendemos que el podólogo debería desempeñar su trabajo en el sistema público porque la Ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias nos engloba dentro de ellas y porque entendemos que es injusto que a nosotros solo puedan llegar aquellas personas que tengan recursos económicos. Hay Comunidades Autónomas en España que ya tienen en el sistema público al podólogo, por ejemplo, Cantabria lo incorporó hace unos años. También, Madrid, Baleares... Por tanto, desde el Consejo General nos dirigimos siempre al Ministerio de Sanidad y le trasladamos que deberíamos estar en la cartera básica del Sistema Nacional de Salud. Si el Sistema Nacional de Salud incluyese la prestación podológica en la cartera básica sería la forma de estar uniformemente en todas las comunidades. Además, entendemos que el desarrollo de la propia profesión está en el marco del sistema público. A nivel privado es muy complicado. 

¿Qué respuesta habéis recibido? 

La respuesta que nos dan es que están de acuerdo, que hay que estudiarlo y desarrollarlo, pero se queda en eso. Por lo tanto, en cuanto todo esto vuelva a la máxima normalidad, volveremos a pedir estar en el Sistema Público de Salud.

A nivel general, ¿ha aumentado la demanda de podólogos por parte de la sociedad?

 La podología ha evolucionado mucho. Cada vez se nos conoce más, hemos salido del etiquetamiento de cortar las uñas y tratar las durezas. Hoy en día hay muchísimas personas que practican deporte y buscan a un podólogo para un análisis de la marcha. Además, hemos desarrollado la cirugía podológica, contamos con técnicas muy avanzadas mínimamente invasivas que consiguen que el paciente operado pueda caminar inmediatamente, tenemos competencias muy desarrolladas en el manejo y tratamiento del pie diabético... Jugamos un papel muy importante. Por lo tanto yo creo que la sociedad necesita, sí o sí, a un podólogo.

Finalmente, ¿qué mensaje le daría a la sociedad? 

Pues que deseamos una pronta recuperación, deseamos que esta pandemia tenga la menor impronta en la sociedad y un mensaje de esperanza de que vamos a salir, vamos a estar bien y vamos a ser los podólogos una profesión que vamos a estar ahí también para ayudar en la medida de nuestras posibilidades.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento