Barcelona

Sant Jordi se resiste a esperar a la vuelta a la normalidad

Una mujer cuelga la fotografía de unas rosas en su balcón sobre una senyera, en Barcelona.
ACN

El Sant Jordi oficial se ha aplazado para más adelante, en un principio hasta el 23 de julio, aunque el presidente de la Generalitat, Quim Torra, ha supeditado la fecha a la evolución de la pandemia de coronavirus. Sin embargo, esta diada tan arraigada en el corazón y las tradiciones de los catalanes, el verdadero día de los enamorados en Cataluña, no ha entendido de esperas. Este jueves, 23 de abril, cuando se celebra año tras año, no ha llenado las calles de Barcelona de puestos de rosas y libros, miles de paseantes y besos de parejas, pero se ha colado en las casas y las redes sociales y se ha asomado a los balcones.

Se han encargado de ello, sobre todo, floristas, editoriales y libreros, que han impulsado decenas de iniciativas en internet y compras 'online' para que Sant Jordi viera la luz, y también muchos ciudadanos, que han hecho que en barandillas y ventanas hayan lucido una ‘senyera’ aquí y una rosa allá, aunque haya sido echa a mano o dibujada. Nada masivo, pero sí suficiente para que esta celebración con tanta fuerza se haya hecho notar.

La presidenta del Gremi de Llibreters de Catalunya, Maria Carme Ferrer, ha celebrado que las ventas en línea se han triplicado respecto a un día normal. Desde el Gremi de Floristes de Catalunya han informado de que han vendido 500.000 rosas, cuando preveían que fueran 300.000. 

Un ciudadano de Girona lee en voz alta desde el balcón de su piso, con vistas al río Onyar.
ACN
Una mujer cuelga la fotografía de unas rosas en su balcón sobre una senyera, en Barcelona.
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La Rambla de Barcelona amanece vacía este 23 de abril de 2020. Habitualmente este es el punto con más ambiente de la ciudad en esta festividad, inundándose de gente paseando y visitando sus múltiples paraditas de libros y rosas.
Europa Press
Entrega de rosas a domicilio en Tàrrega (Lleida).
ORIOL BOSCH / ACN
Los trabajadores del Hospital Joan XXIII de Tarragona aplauden tras recibir rosas solidarias del Club Excursionista Trail Tarraco.
ROGER SEGURA / ACN
Personal médico con una rosa bajo el brazo observan los libros que personas anónimas han dejado con dedicatorias para los pacientes en un hotel medicalizado de Barcelona.
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Personal sanitario del Hospital Vall d'Hebrón ha repartido libros a los pacientes durante la mañana.
DAVID ZORRAKINO - EUROPA PRESS
Una paciente dada de alta de un hotel medicalizado vuelve a casa emocionada, con un libro y una rosa.
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Una vecina de Lleida decora su balcón para celebrar la festividad desde el confinamiento.
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Una joven que también ha salido a leer un libro en voz alta desde el balcón de su casa, en Girona.
ACN

Bona diada a tothom.