Virus del papiloma humano. ¿Qué lesiones puede producir?

  • En el 90% de los casos, el Virus del Papiloa Humano (VPH) se elimina de forma natural sin complicaciones, pero en el 10% restante se pueden producir lesiones que deriven en cáncer de cuello de útero.
La mayor complicación derivada del VPH es el cñancer de cuello de útero. Afortunadamente, es poco frecuente.
La mayor complicación derivada del VPH es el cáncer de cuello de útero. Afortunadamente, es poco frecuente.
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La mayor complicación derivada del VPH es el cñancer de cuello de útero. Afortunadamente, es poco frecuente.

El Virus del Papiloma Humano (VPH) son un grupo de virus (unos 200) capaces de infectar la piel y las mucosas. Según asegura la Asociación Española de patología Cervical y Colposcopia, de ellos, unos 40 pueden afectar a las mucosas genitales de ambos sexos y algunos de ellos, especialmente dos, tienen un alto riesgo de producir lesiones premalignas que pueden derivar en  cáncer de cuello de útero (los se conocen como VPH AR- de alto riesgo-), del que se detectan 2.500 casos nuevos al año en España. Otros pueden causar lesiones benignas, pero muy molestas, como verrugas genitales o condilomas, y se conoce con VPH de BR, de bajo riesgo.

Javier Cortés, Doctor en Medicina y Cirugía, especialista en Obstetricia y Ginecología, Consultor Senior en Oncología Ginecología en Palma de Mallorca y Ex presidente de EUROGIN y de la AEPCC, nos habla de cómo se desarrolla una infección por VPH y de Palilocare, un nuevo medicamento para combatirlas.

¿Qué lesiones puede producir?

El VPH se transmite únicamente por el contacto de la piel y las mucosas, por lo que la principal vía de contagio es la sexual. De hecho, es la infección de transmisión sexual más frecuente a nivel mundial, pues se calcula que un 80% de las mujeres estarán expuestas al virus alguna vez en su vida, sobre todo durante los primeros años de vida sexual, y que el entre el 20 y el 30% de las mujeres menores de 30 años son portadoras de algún tipo de VPH-AR.

Por suerte, “el 90% de las infecciones son transitorias y se resuelven de modo espontáneo, sin generar mayores complicaciones” y el virus se elimina del organismo en los dos años siguientes sin provocar ningún daño ni síntomas molestos. En otras ocasiones, sin embargo, el virus no se logra eliminar, puede permanecer silente durante años, y si el sistema inmune no logra eliminarlo, provocar daños, estas lesiones pueden ser:

•Benignas. Se curan por sí solas en la mitad de los casos. En caso de tratarse de verrugas genitales, el médico decidirá si deben extirparse o esperar a que desaparezcan por sí mismas.

•Premalignas, “que pueden evolucionar, en última instancia, al desarrollo de cáncer de cérvix. Es en este grupo de mujeres portadoras crónicas del virus en las que debemos poner el foco”, advierte el doctor Cortés. Estas lesiones se denominan se denominan SIL (lesión escamosa intraepitelial) o CIN (del inglés Squamous Intraepithelial Lesion) o CIN (Neoplasia Cervical Intraepitelial), y se clasifican según el grado, de bajo o alto grado. La mayoría se las primeras se resuelven de manera espontánea, pero las de alto grado suelen ser persistentes y, por tanto, es probable que se conviertan en malignas. Estas lesiones requerirán de vigilancia periódica y, si el médico lo considera, se extirparán.

•Cáncer de cuello de útero. “El cáncer de cérvix es una rara complicación de una infección por VPH frecuente. En el caso de persistencia, el VPH puede provocar lesiones en las células que, con el tiempo, pueden evolucionar a un cáncer invasor. No podemos olvidarnos de que el VPH provoca cada año en España más de 2.500 casos de cáncer de cuello de útero, siendo la cuarta causa de muerte por cáncer en mujeres de entre 15 y 44 años en España”, advierte Cortés. En el cuello del útero es una zona más susceptible a la infección por VPH, la zona de transformación epitelial, donde se unen el epitelio escamoso (que recubre la parte externa del cuello) y el glandular (que recubre el canal y cuyas células fabrican el moco cervical).

•Otras lesiones. Aunque son menos frecuentes, también pueden producirse lesiones en las zonas ano-genitales, tanto de hombre como de mujer, y otras zonas extra genitales, como la laringe, la garganta, la boca o el esófago.

Hay diversos factores que contribuyen a que la infección sea persistente y que el virus no se logre eliminar, que son es el tipo de VPH, el tabaquismo, alteraciones en las defensas del organismo (personas inmunodeprimidas), un elevado número de embarazos o la toma prolongada de anticonceptivos hormonales.

¿Cómo se trata?

Lamentablemente, no existe un tratamiento específico que acabe con el VPH ni de las infecciones que provoca, por lo que, aunque se tenga conocimiento de la infección del virus, solo queda esperar a que el sistema inmune actúe. En caso de presentarse lesiones persistentes, se procederá a su eliminación para evitar que deriven en un cáncer de útero. Principalmente se utilizan dos procedimientos conservadores, es decir, que no consistan, salvo en lesiones muy graves, en la extirpación del útero para que no repercuta en la capacidad reproductiva de la mujer.

•Extirpación: Se corta un fragmento del cuello del útero en forma de cono, lo que conoce como conización cervical.

•Destrucción: Se intenta destruir la lesión mediante crioterapia (congelando la lesión) o aplicando un láser y eliminarla por vaporización.

Papilocare ha demostrado ser eficaz para evitar que el VPH se instale y para reparar algunos daños producidos por el virus.
Papilocare ha demostrado ser eficaz para evitar que el VPH se instale y para reparar algunos daños producidos por el virus.
Procare Health

Papilocare, un esperanzador tratamiento

Desde hace poco, las mujeres disponen de un nuevo medicamento, Papilocare, de Procare Health, que si bien, no combate el virus en sí, ayuda a que este no se integre el VPH, y, además de reparar tejidos, previene lesiones de alto y bajo riesgo. Según nos contó Javier Cortés, Coordinador del Ensayo Clínico Paloma, “es el primer tratamiento no invasivo indicado para tratar y prevenir las lesiones cervicales de bajo grado provocadas por el VPH. Su formulación, a base de ingredientes naturales, está específicamente diseñada para interferir positivamente en los factores modificables de aclaramiento o persistencia del VPH, de manera que ayuda al organismo a eliminar el virus por sí mismo”. Según este ensayo clínico, Papilocare es capaz de normalizar las lesiones de bajo grado en un 85 % de las pacientes tratadas a los 6 meses, y hasta un 88% las de alto riesgo. Además, se ha demostrado que usando este producto aumentan en un 57% las probabilidades de eliminar los virus de alto riesgo, pues “el 63% de las pacientes tratadas con Papilocare han aclarado el VPH de alto riesgo a los 6 meses, cuando la tasa esperada era del 29%”, asegura.

Su acción se debe a que su composición favorece la reepitelización del cuello uterino, lo que dificulta que el virus colonice a zona, “se trata de un gel vaginal mucoadherente cuyos ingredientes de origen natural forman una película en cuello de útero que protege y previene las microlesiones en la mucosa cervical, re-epiteliza la zona de transformación cervical y reequilibra la microbiota vaginal. Esto crea las condiciones adecuadas para el proceso natural de curación y aclaramiento viral”.

Aunque todavía se requieren más estudios, se trata de un tratamiento muy prometedor para prevenir e incluso tratar las complicaciones derivadas de las infecciones por VPH.

¿Se puede prevenir?

Aunque el riesgo cero no existe, hay varias medidas que se pueden tomar para no infectarnos con el VPH.

•Usar preservativo en las relaciones sexuales. Protege en gran medida, tanto de la infección de virus en sí, como de lesiones benignas y lesiones premalignas. Sin embargo, la protección no es completa porque el área protegida por el preservativo es limitada y no protege toda parte de la piel que es potencialmente infecciosa.

•La vacuna, que protege frente a los VPH 16 y 18, causantes de la mayor parte de los casos de cáncer de cuello de útero, vulva, vagina, ano y orofaringe. Esta vacuna previene la infección, pero no favorece la eliminación del virus. A pesar de ser una vacuna controvertida, los profesionales la recomienda siempre, “disponemos de vacunas frente al VPH eficaces, efectivas, seguras y eficientes, administradas en los Programas de Salud Pública a chicas entre 9 y 14 años. La cobertura media en España es ligeramente superior al 70%. En mujeres a partir de 26 años, solamente el 1% han sido vacunadas, por tanto, la mayoría de mujeres no ha sido protegida por la vacunación. Detectar en ellas si son portadoras de VPH y ayudarlas con Papilocare a eliminarlo debería ser prioritario”, asegura el doctor Cortés.

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