Contar con el permiso de circulación y contratar un seguro son algunas de las obligaciones que hay que acometer cuando se adquiere un nuevo vehículo. En el caso de las pólizas, estas protegen tanto el bien como el desembolso económico que ha supuesto, además de cubrir las posibles afecciones en caso de siniestro. De hecho, conducir sin este contrato está penado con la inmovilización y depósito del coche y con sanciones económicas. Por tanto, se trata de unos documentos que conviene llevar a mano en el coche. Como ocurre con muchos otros trámites, contratar un seguro requiere de cierto papeleo y de la presentación de estos documentos para su formalización.
- Ficha técnica del vehículo. En ella se recogen todas las características del coche y, si es de segunda mano, será uno de los documentos que hay que exigir ya que en él se indica el historial de inspecciones y reformas. Algunos de los datos que recoge son el número de bastidor (también llamado VIN), el tipo de neumático recomendado por el fabricante, sus medidas, su cilindrada y potencia, el número de asientos…
- Permiso de circulación. Se trata de otro de los trámites obligatorios, puesto que autoriza la circulación del vehículo, al asegurar que se encuentra en consonancia con la normativa vigente. En él también se indican los datos del propietario.
- Permiso de conducir. Para certificar que el tomador del contrato ha superado todas las pruebas que le permiten conducir, las compañías de seguro solicitarán la presentación del permiso, que debe estar en vigencia y, en España, debe ser de algún país de la Unión Europea. Si el permiso no pertenece a esta institución, habrá que convalidarlo.
- DNI o tarjeta de residencia. Se emplea para demostrar que la persona que contrata el seguro reside en el país y, por tanto, circulará con el coche por el mismo.
- Factura de compra del vehículo. Este documento garantiza que quien asegura ser propietario del coche lo es realmente.
- Certificado de ITV. En el caso de coches nuevos no se requerirá pero, para los que ya cuentan con varios años, este acta recoge el estado del vehículo en cuanto a elementos de seguridad y la normativa.
En el caso de necesitar un cambio de seguro se requerirán, además de los anteriores, el certificado de siniestralidad (en el que constan el número de partes culpables que se hayan tenido); el recibo del seguro anterior; y las condiciones particulares del seguro anterior.
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