Detenido en Mataró un presunto terrorista que habría combatido en Siria en las filas del Estado Islámico

La Policía Nacional detuvo el pasado viernes en Mataró (Barcelona) a un presunto terrorista que habría combatido en Siria en las filas del Estado Islámico.

El detenido es M.E.M, de 33 años y de nacionalidad marroquí. Según las investigaciones, abandonó Marruecos en mayo de 2014 para integrarse en el DAESH.

Habría realizado prácticas militares con el objetivo de planificar una base de misiles de largo alcance en Siria. Se considera que el conocimiento adquirido en los campos de entrenamiento en el uso de armas y su radicalismo extremo lo convierten en "una amenaza real capaz de llevar a cabo una acción terrorista".

Su instrucción le ha permitido viajar de manera ilegal por toda Europa, llegando finalmente a Cataluña.

Usaba seudónimos y no tenía documentación que le pudiera identificar, una característica propia de los llamados "luchadores terroristas extranjeros". Normalmente la destruyen cuando llegan a la zona de conflicto para evitar ser reconocidos como miembros del DAESH si son capturados.

El detenido pasó por Turquía, Alemania y Ucrania, entre otros países.

Según las investigaciones, el detenido habría accedido de forma ilegal a España en junio de 2018 y vivía en la demarcación de Barcelona, en viviendas ocupadas para no dejar ningún tipo de rastro.

Los agentes comprovaron que adoptaba medidas de seguridad propias de su adiestramiento, como deshacer el camino hecho o vigilar su entorno a través de los escaparates de los establecimientos comerciales o portales de viviendas.

La operación realizada tras recibir una Orden Internacional de Detención emitida por Marruecos, ha estado dirigida por los juzgados centrales de instrucción y coordinada por la Fiscalía de la Audiencia Nacional.

"Esta detención se enmarca en la estrategia impulsada por la Comisaría General de Información de continuar la lucha contra el terrorismo yihadista más allá de nuestras fronteras. Una muestra de cómo abordar un fenómeno delictivo global que requiere un esfuerzo que trasciende las fronteras y exige una sólida cooperación policial internacional, como la existente entre España y Marruecos", según la nota pública del Ministerio del Interior.