Cómo evitar las intoxicaciones alimentarias en verano al cocinar, comprar y transportar

  • Los huevos, pescados, mariscos, vegetales y el pollo son los alimentos que más intoxicaciones producen.
  • Es preferible comer los productos cocinados que crudos.
  • Se recomienda congelar previamente para evitar el anisakis.
  • Los trapos y bayetas son fuentes de contaminación y hay que extremar la limpieza o usar mejor papel de cocina.
Los mariscos de concha suelen concentrar más bacterias.
Los mariscos de concha suelen concentrar más bacterias.
GTRES
Los mariscos de concha suelen concentrar más bacterias.

Las intoxicaciones alimentarias son frecuentes en verano. Las altas temperaturas son una de las principales causas. Pero hay más: la manipulación y la conservación inadecuadas.

Náuseas, vómitos, diarrea, dolor abdominal, fiebre, dolores musculares, cefalea, malestar general... Son síntomas de la salmonelosis, la hepatitis A, la gastroenteritis o el botulismo, enfermedades provocadas por las intoxicaciones.

Una experiencia de este tipo puede ocurrir dentro y fuera de casa. Pero se puede prevenir. Solo hay que tener mucha precaución y seguir una serie de pautas. Te ofrecemos algunas recomendaciones de expertos.

La OCU ha señalado cinco alimentos que con mayor frecuencia originan estos problemas. Son el huevo y sus derivados; pescados y productos pesqueros; los mariscos; vegetales y derivados y el pollo.

Huevo y derivados. Cuidado con las tortillas y las salsas mayonesas. Hay que evitar que la cáscara entre en contacto con la yema y la clara, ya que puede estar sucia. Los alimentos que lleven mayonesa siempre en la nevera y no consumir pasadas las 24 horas desde su preparación.

Pescados y productos pesqueros. Congelar los productos que se vayan a comer crudos o semicrudos para evitar anisakis. Lavar bien cuando se compren y limpiar las vísceras.

Mariscos. Mejor comprar los moluscos vivos y en sitios autorizados. En restaurantes asegúrate que tienen productos de calidad. Recuerda que lo barato sale caro, y que en este caso puede dañar tu salud. Los de concha son los más peligrosos porque concentran más bacterias.

Vegetales y derivados. Es muy importante lavarlos muy bien, ya que han estado en contacto con el ambiente y han sido manipulados por varias personas.

Pollo. Fácil de contaminar por su composición, su alto nivel de agua y la manipulación del producto. Cocinar bien, y no tomar crudo, sobre todo en hamburguesas o salchichas, que llevan la carne picada y puede haber contaminación cruzada por la utilización de cubiertos y tablas de corte.

Pautas a seguir

La Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN), dependiente del Ministerio de Sanidad, recomienda no fijarse solo en el aspecto del alimento. "No olvidemos que la contaminación microbiana, incluso elevada, no tiene por qué manifestarse en el deterioro del alimento", dicen.

Sus consejos para evitar las intoxicaciones alimentarias en verano, cuya base procede de la Organización Mundial de la Salud (OMS), son los siguientes:

Tratamiento y manipulación higiénicas. No se debe tomar leche cruda, y las carnes, pescados y productos de repostería, en la nevera o congelados. En restaurantes, bares o establecimientos de restauración están obligados al uso de ovoproductos para la elaboración de salsas, mayonesas o cremas. Asegúrate de que lo hacen. Lavar los huevos solo cuando se vayan a consumir inmediatamente. Lo que sobre, a la nevera enseguida.

Cocinar correctamente. El calor puede destruir los microorganismos.

Comer después de cocinar. Es lo mejor para evitar contaminaciones. No dejar nunca los alimentos cocinados a temperatura ambiente.

Calentar las sobras. Si decides aprovechar las sobras, calentar a la temperatura máxima antes de consumir, y únicamente la porción que se vaya a tomar.

Evitar el contacto entre lo crudo y lo cocinado. Un alimento cocinado puede volver a contaminarse por contacto con los alimentos crudos o con objetos que anteriormente hayan contactado con un alimento crudo (cuchillos, tablas, superficies, trapos, etc.). El trapo de cocina o la bayeta pueden ser un excelente vehículo de contaminación. Es preferible usar papel de cocina.

Manos, utensilios y superficies limpias. Hay que lavar las manos con frecuencia cuando se está cocinando. Evitar restos en las superficies o utensilios de la cocina, y que la basura esté cerca de los alimentos o recipientes que vayamos a usar.

Lejos de los animales de compañía. Las mascotas pueden ser portadores de gérmenes. También los insectos y los roedores.

Solo agua potable. Tanto para beber como para lavar o cocinar. No usar agua procedente de pozos que no esté potabilizada.

Condiciones sanitarias en establecimientos. Los bares, restaurantes o cafeterías deben tener los alimentos protegidos en vitrinas y conservados en unas condiciones sanitarias adecuadas.

Al transportar. Si te llevas comida a la playa, piscina o el campo no olvides extremar las precauciones: Recipientes muy limpios, herméticamente cerrados, y alimentos bien conservados; con hielo para evitar que la temperatura ambiente los perjudique.

Compra. Cuando vayas a comprar, deja para el final los productos refrigerados o congelados, así evitarás que se rompa la cadena de frío, según aconseja la OCU.

¿Cuándo debes acudir al médico? Si lamentablemente sufres una intoxicación alimentaria es importante que acudas al médico cuando haya fiebre superior a los 38º, si el afectado es un niño o anciano y no mejora en 12 horas, y si la diarrea y los vómitos son con sangre.

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