A Coruña

Pulgas, cucarachas y ratas nos invaden durante el verano

JUAN PARDO
NOTICIA 09.07.2007 - 01:49h
El aluvión de alertas por plaga se produce en esta época. Cada exterminador recibe casi el triple de llamadas desde los pisos.
Además del ser humano, otras especies aprovechan el verano para disfrutar del buen tiempo. En los pisos coruñeses aparecen cucarachas, ratas y pulgas. Insectos y roedores que aprovechan el calor y la humedad estival para reproducirse y se convierten en un quebradero de cabeza, ayudados por la insalubridad y la facilidad para obtener alimento en el entorno urbano.La alarma salta en estas fechas y con ella el aluvión de llamadas a las empresas de desinfección. «En invierno, casi nada; pero ahora recibimos tres avisos diarios desde las casas», señalan desde la firma Bioserga.

Las más peleonas son las pulgas, molestas y muy difíciles de erradicar. «Hibernan siete años. Hay gente que alquila un piso y se encuentra una plaga», comentan desde la empresa Natugal. Y no sólo ‘viajan’ a través de nuestras mascotas, como se cree, sino también con nosotros, en la ropa.

Las cucarachas también hacen ahora su agosto. Su hábitat natural son alcantarillas y cañerías, pero tienen gran capacidad de traslado y pueden llegar incluso a los pisos más elevados.

Y por último, las ratas. Negras y grises. Las primeras se cobijan en falsos techos y son muy peligrosas, pues se escabullen bien, causan destrozos y transmiten graves enfermedades. Las segundas prefieren alcantarillas y solares y pueden dar a luz hasta ocho crías por parto.

La mejor solución es actuar antes: extremar la higiene del hogar, tapar los alimentos, limpiar los cubos de basura. Pero toda prevención es poca, ya que una pequeña grieta y desperdicios son suficiente hábitat para su reproducción adecuada.

Hasta 150 euros por erradicarlas

Insecticidas o raticidas, que se pueden conseguir en comercios, son el recurso típico, pero no la solución final. A veces no basta con matar a los bichos, porque al día siguiente aparecen de nuevo. Lo mejor es llamar al especialista para que erradique y, lo más importante, controle futuros brotes, y esto puede costar hasta 150 euros por visita.

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