Una dieta beneficiosa para la salud… y para el planeta

  • Cambiar algunos hábitos alimentarios es un modo sencillo de reducir el impacto de nuestra alimentación sobre el medio ambiente.
  • El proyecto LiveWell fomenta una dieta más sana, sostenible y baja en carbono.
  • Son seis reglas, entre las que están comer más vegetales y menos carne.
  • También aprovecha mejor la comida y consumir menos alimentos procesados.
Frutas, hortalizas y verduras, la base de una dieta sana.
Frutas, hortalizas y verduras, la base de una dieta sana.
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Frutas, hortalizas y verduras, la base de una dieta sana.

La producción de alimentos es ya responsable de buena parte de las emisiones de gases de efecto invernadero que están provocando el cambio climático y es una de las mayores causas de la pérdida de biodiversidad y destrucción de ecosistemas a nivel mundial. De otro modo: lo que comemos tiene una influencia enorme sobre nuestra salud, pero también sobre la salud del planeta.

Una dieta beneficiosa para nuestra salud y para el planeta es posible. Cambiar algunos hábitos alimentarios es un modo sencillo de reducir nuestro impacto sobre el medio ambiente y, al mismo tiempo, tener una vida más saludable. Es el objetivo del proyecto europeo LiveWell for Life, que la organización ecologista WWF ha desarrollado en España con la ayuda de especialistas en nutrición de la Fundación Española de Dietistas-Nutricionistas y del Hospital Universitario La Paz de Madrid.

El proyecto busca promover el debate sobre el impacto ambiental de nuestra alimentación, y fomentar una dieta más sana, sostenible y baja en carbono entre los europeos. Estas son las 6 sencillas reglas de LiveWell con las que llevar una dieta más beneficiosa para nosotros y para el planeta:

  • Come más vegetales: disfruta de la fruta y las verduras.
  • Come diverso: alégrate la vista con un plato variado y colorido.
  • Aprovecha mejor la comida: un tercio de la comida que se produce en el mundo acaba en la basura.
  • Come menos carne: prueba otras fuentes de proteínas. Además, la carne puede ser un complemento al plato en vez del ingrediente principal.
  • Come menos alimentos procesados: suelen consumir más recursos para su producción y contener niveles altos de azúcar, grasas y sal.
  • Compra alimentos certificados: como el MSC para el pescado, los procedentes de agricultura ecológica o la ganadería extensiva.

La dieta sostenible es fruto de un análisis de lo que come, de media, un ciudadano español. Tras analizar la huella de carbono en los distintos grupos de alimentos, se ha reajustado su abundancia en la dieta hasta alcanzar una reducción de emisiones.

Estas cuatro ideas no dan una idea de lo necesario para el planeta es que comamos sano. La alimentación es responsable de casi el 30% de las emisiones de gases de efecto invernadero de la UE. Entre 1990 y 2008, un área forestal del doble del tamaño de Bélgica fue deforestada para producir comida para la UE. Globalmente, 1.400 millones de personas padecen sobrepeso, incluidos el 50% de los europeos; y sin embargo, más de 800 millones de personas sufren malnutrición crónica, según datos de la FAO.

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