Hacerse mayor no debe suponer necesariamente sentirse cansado. De hecho, son muchas las personas que a otras edades, jóvenes o maduras, viven en un continuo cansancio. ¿Por qué estoy tan cansado?, se preguntan.
Puede ser una señal de anemia, diabetes, hipotiroidismo o hepatitis C, pero si el examen médico descarta estos trastornos, es hora de buscar otras posibles causas. El boletín digital de la Clínica Cleveland detalla otras posibles causas de ese cansancio. Como detalla Tanya Edwards, directora médica de su Centro de Medicina Integrativa, además de la edad, también la dieta y el estilo de vida están implicados.
Una dieta basada en la comida basura
Las dietas que son altas en grasas trans, grasas saturadas, alimentos procesados y azúcares añadidos pueden hacer caer la energía. La doctora recomienda cambiar a una dieta alta en fuentes de proteínas buenas, sobre todo pescado, frutos secos, semillas y judías, con entre ocho y diez raciones de frutas y vegetales al día.
Sin embargo, hay que tener cuidado con los cereales porque estos carbohidratos complejos afectan a la insulina. "La insulina es la hormona del almacenamiento que nos hace más pesados. Cuanto más peso tenemos, mayor es la cantidad de azúcar en sangre y más resistencia a la insulina desarrollamos", señala.
Pérdida de nutrientes
Las prácticas de agricultura intensiva actuales eliminan del suelo los minerales clave que combaten el cansancio, señala Edwards, que recomienda tomar un suplemento multivitamínico y mineral.
Los suplementos contienen minerales que tienen poca presencia en la dieta como el selenio, importante para la función tiroidea y el metabolismo o el yodo, presente en la sal yodada que muchas personas con enfermedad cardiaca e hipertensión tienen que evitar. "Estados carenciales de yodo pueden dar lugar a cansancio", apunta la especialista.
Insuficiente omega-3
El pescado es rico en ácidos grasos omega-3 pero la mayoría de las personas no toma el suficiente. Si se toman suplementos, Edwards recomienda el procedente del aceite de pescado, ya que posee una forma de cadena larga necesaria para el organismo humano.
Vitamina D bajo mínimos
Esta vitamina proporciona energía. Los bajos niveles de vitamina D pueden producir baja energía y depresión. "Vitamina D y omega-3 son necesarios para que cada célula de nuestro cuerpo, incluyendo las del cerebro, funcione de forma correcta", apunta la especialista.
Bajos niveles de magnesio
El ser humano nace con una cantidad limitada de magnesio, también necesario para la producción de energía, en huesos y músculos. Una gran parte de la población toma menos de la mitad de la cantidad necesaria de este mineral a través de la dieta.
Los síntomas de un déficit total de este mineral en el organismo incluyen insomnio, cansancio, estreñimiento, dolores musculares y articulares, ansiedad y presión sanguínea alta.
Sueño pobre
En lo que se refiere a dificultades para dormir, la especialista señala que "se dan las condiciones de la tormenta perfecta entre los 40 y 60 años". Las razones para la pérdida de sueño incluyen mayores responsabilidades laborales, vivir con adolescentes, padres ancianos y una bajada de los niveles de magnesio.
En el caso de las mujeres, la menopausia y la perimenopausia son también factores a tener en cuenta. El descenso de los niveles de progesterona, una hormona femenina que ayuda al sueño, y los sofocos pueden causar insomnio.
Una vida sedentaria
No realizar suficiente ejercicio puede hacer que nos sintamos cansados, señala la especialista. El ejercicio regular promueve la energía así como el estado de ánimo y el nivel de forma física.
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