Detenida por hacer más de mil llamadas con falsas amenazas de bomba e injurias
- Es la tercera vez que esta vecina del Prat es detenida por hechos similares.
- Tenía activadas 64 líneas de teléfono con identidades suplantadas.
- Avisó de supuestas bombas, entre otros, en el aeropuerto de Barcelona, la estación de Sants, y el ayuntamiento de Granada, que fue desalojado.
La Guardia Civil ha detenido por tercera vez a una mujer acusada de más de mil delitos de injurias y contra la seguridad colectiva, por hacer llamadas telefónicas en las que alertaba de falsas amenazas de bomba a aeropuertos, estaciones de transporte e, incluso, el Ayuntamiento de Granada, que tuvo que ser desalojado.
Según ha informado este miércoles el instituto armado, la mujer detenida, que permanece en libertad, es una vecina del Prat de Llobregat (Barcelona) y de nacionalidad española, que supuestamente realizaba sus fechorías, contra un centenar de víctimas, desde 64 líneas de telefonía que tenía activadas con identidades suplantadas.
La mujer, que desde 2012 ha sido arrestado en tres ocasiones por la Guardia Civil, efectuaba supuestamente falsos avisos de bomba en aeropuertos y estaciones en nombre de Al Qaeda, así como injurias a través de Internet en contra de terceras personas, a las que acusaba falsamente de la comisión de delitos o de quebrantamientos de medidas cautelares.
Entre las instalaciones afectadas por las falsas amenazas de bomba realizadas por la mujer se encuentran el aeropuerto de Barcelona, el aeropuerto de Granada, las estaciones de trenes de Francia y de Sants, en Barcelona, la estaciones de autobuses de Granada y de Guadix y los ayuntamientos de Granada —que tuvo que ser desalojado hace poco más de un mes- y de Almuñécar.
La mujer también efectuó llamadas con falsas incidencias al teléfono de emergencias 112 de Andalucía, así como a diferentes servicios de emergencia de la Guardia Civil de Barcelona.
La Guardia Civil atribuye a esta mujer un total 1.083 delitos contra la seguridad colectiva por hechos en los que hay más de un centenar de víctimas y cuatro querellantes.