La Policía obvió el botellón y no puso ni una multa en los alrededores del Madrid Arena
- El inspector jefe confirma que no hubo sanciones.
- Asegura que no recibió denuncias aunque el Samur atendió varias intoxicaciones.
- Monteagudo cree que "ni con 1.800 policías" podrían haberse evitado las muertes de las cuatro adolescentes porque los organizadores no les avisaron.
- El médico de la fiesta reconoce que su equipo fue insuficiente.
- El Ayuntamiento culpa al organizador y a la empresa de seguridad por no impedir la entrada irregular de jóvenes en el recinto.
Emilio Monteagudo, inspector jefe de la Policía Local de Madrid, confesó este martes ante la comisión de investigación del Madrid Arena que sus agentes no pusieron ni una multa por beber en la calle a pesar del macrobotellón que se celebró en los alrededores del pabellón la noche del 1 de noviembre.
"¿Multas por botellón?, no hubo", afirmó después de que los portavoces de la oposición le requiriesen una respuesta por segunda vez, ya que había eludido la primera pregunta.
Monteagudo confirmó así que los agentes eludieron hacer cumplir las leyes municipales y autonómica, que establecen multas de entre 300 y 600 euros, respectivamente, para aquellos que consuman alcohol en la vía pública.
Aunque admitió que evitarlo estaba dentro de sus funciones, al igual que impedir la reventa o el consumo de drogas, Monteagudo se desentendió de lo que ocurriese fuera del perímetro de 50 metros desde la valla del pabellón que establecieron los agentes enviados a la zona. En las inmediaciones, el Samur atendió a más de media docena de chavales por intoxicaciones etílicas de diverso grado.
Si hubo consumo de alcohol en el parking del Madrid Arena, señaló Monteagudo, la responsabilidad era de Seguriber, la empresa encargada de la seguridad fuera del edificio.
Entraban borrachos
El 8 de noviembre, la alcaldesa Ana Botella sí dio por sentado que, tal y como reflejó la Policía Nacional en sus informes, el botellón se practicó sin dificultades en los alrededores del recinto ferial de la Casa de Campo.
En ese momento, justificó la inacción de la Policía Municipal en que la "orografía" del terreno hacía muy difícil controlarlo y en que la prioridad de los uniformados era la seguridad. La vigilancia del orden público, sin embargo, estaba asignada a la Policía Nacional. Monteagudo no hizo referencia a estas circunstancias este martes. El empresario que organizó la fiesta, Miguel Ángel Flores, declaró ante el juez que muchos jóvenes entraron al Madrid Arena borrachos o tras haber consumido drogas.
Sobre el número de efectivos enviado a la zona —13 en primera instancia y 18 después pese a que la misma noche se mandaron 42 a un evento de un programa de televisión—, concluyó que ni con "1.800" policías se hubiese podido evitar lo ocurrido, porque ni los organizadores ni la empresa de seguridad requirieron su presencia hasta que fue tarde, pasadas las 3.30 horas.