Economía

La prima de riesgo española llega a niveles récord: ¿Dónde está el límite para un rescate?

Dos pantallas muestran la evolución de la Bolsa española, en una imagen de archivo.
Javier Lizón / EFE

La prima de riesgo española, el sobrecoste que exigen los inversores por comprar los bonos españoles en vez de los alemanes, ha marcado este martes un máximo histórico al superar los 450 puntos básicos. Apostar por la deuda de España o del resto de los países llamados "periféricos" de la zona euro (Grecia, Irlanda, Portugal e Italia) implica un mayor beneficio para el inversor a cambio de asumir un mayor riesgo, en tanto que a estos países les supone un coste más elevado obtener financiación en el mercado.

En un momento de volatilidad e incertidumbre, donde los inversores optan por comprar valores más seguros por el temor a que los países con problemas no puedan hacer frente a sus deudas, una prima de riesgo alta no solo lastra la credibilidad financiera de un Estado, sino también la de sus entidades financieras, a las que les cuesta más captar fondos en el exterior.

¿Cuál es entonces el porcentaje o cifra de puntos básicos considerados peligrosos para una prima de riesgo? "No hay un límite matemático", indica José García Montalvo, profesor de economía de la Universidad Pompeu Fabra. El referente está en los países que han sido rescatados como Grecia o Portugal, señala Montalvo. "En el momento en que fueron rescatados, ambos países marcaban unas primas de riesgo en torno a los 550 o 600 puntos básicos", añade este experto económico. También Joaquín Trigo, director general del Instituto de Estudios Económicos, apunta a los 600 puntos básicos como la línea roja a partir de la cual un país tiene más probabilidades de ser intervenido.

Sin embargo, para Lorenzo Dávila, jefe del departamento de investigación del Instituto de Estudios Bursátiles (IEB), el riesgo para un país se sitúa "antes de los 400 puntos". Según Dávila, "con una prima de riesgo como la que ha alcanzado este martes España (más de 450 puntos básicos), Grecia e Irlanda ya fueron consideradas por la UE para ser intervenidas". La diferencia radica, según Dávila, en que el rescate de un estado como Grecia o Portugal es asumible por el resto de miembros de la UE, mientras que el de un país como Italia o España, no. De ahí que el BCE funcione desde agosto como un operador de último recurso, dice Dávila, que compra bonos italianos y españoles en un intento por reducir la rentabilidad de la deuda de ambos países.

Factores influyentes

Los expertos apuntan a una serie de factores que influyen para que un país tenga una prima de riesgo alta. "La capacidad de crecimiento, la confianza de los inversores o la estabilidad de su Gobierno" son algunos de los puntos que el profesor de economía García Montalvo señala como influyentes en las primas de riesgo. "También depende del endeudamiento acumulado que tenga ese país, cuánto debe", dice Montalvo. "Cuanto más grande sea la deuda de un país, más tendrá que crecer para ser capaz de pagar los intereses que los inversores le exigen para comprar su deuda y no la de otros", añade.

Joaquín Trigo también apunta a una cuestión de confianza: "A algunos países, una prima de riesgo baja les puede dejar fuera de juego y sin embargo a otros puede que no les ocurra nada". En el caso de Italia, según Trigo, "su deuda soberana la tienen en su mayoría los propios italianos, mientras que la deuda española tiene un buen porcentaje en el exterior". Para Trigo, la prima se incrementa "por la exposición al riesgo que tenga un país en el exterior, la confianza de los mercados en España se está deteriorando y por eso tenemos una prima tan alta", aclara.

Por otro lado, la Comisión Europea ha dicho este martes que "ni se plantea" el rescate de España y ha atribuido los máximos marcados por la prima de riesgo española al contagio de los problemas en Grecia e Italia y no a los fundamentos de la economía española.

La situación ideal: igualar a Alemania

El caso idóneo de España sería, según los expertos, que no existiese ninguna diferencia entre el bono español y el alemán. "Ahora mismo es muy difícil estar en los niveles alemanes, así que lo recomendable sería tener una prima de riesgo de 30 o 50 puntos básicos por encima", subraya García Montalvo.

Joaquín Trigo y Lorenzo Dávila coinciden al señalar que lo ideal sería que la prima de riesgo "fuese cero" y recuerdan que antes del estallido de la crisis, España alcanzó ese objetivo: "En 2007 llegamos a estar 11 puntos básicos por debajo de la deuda pública alemana", dice Dávila. Según Trigo, "algo hicimos bastante mal para llegar a la situación que hay ahora".

Control sobre las agencias

Por otro lado, el Parlamento Europeo ha dado luz verde este martes a una ley que busca frenar la especulación sobre la deuda soberana de los estados miembros. Además, la Comisión también ha discutido este martes sobre aprobar una normativa para prohibir a las agencias de rating o de calificación de deuda publicar notas de países rescatados como es el caso de Grecia, Irlanda o Portugal. Finalmente, Bruselas ha decidido posponer esta propuesta porque considera que se necesita "más tiempo para entrar en los detalles".

La prima de riesgo de un país se ve afectada directamente por las notas que emiten las agencias de calificación sobre la deuda soberana. Según los líderes europeos, ellas son las causantes de agravar la crisis de deuda con sus rebajas de la nota a países con problemas o con la degradación errónea de la nota de Francia por parte de Standard & Poor's.

En el caso de que la Comisión llegase a aprobar en algún momento esta prohibición a las agencias de rating, ninguno de los expertos consultados por 20minutos.es lo vería como una medida positiva. El profesor José García Montalvo no cree que esta normativa vaya a tener algún efecto, puesto que los inversores "ya saben cuál es la situación". Además, Montalvo considera esta medida como "una maniobra peligrosa" porque "se genera más incertidumbre". Tampoco Joaquín Trigo, del Instituto de Estudios Económicos, cree que con esta propuesta se genere confianza en los mercados y los inversores.

Por último, Lorenzo Dávila, investigador del Instituto de Estudios Bursátiles, opina que esta prohibición "da una estabilidad, pero aumenta el desconocimiento. Es un arma de doble filo", sentencia.