La boda de Marta López Álamo y Kiko Matamoros es una de las más mediáticas de los últimos tiempos y los invitados que acudieron a su enlace sabían que aunque los protagonistas fuesen los novios, no faltaría ojos para prestar atención a sus estilismos.
Estar a la altura de una cita así no es fácil, por ello son muchas las invitadas al enlace que han optado por una opción segura: recurrir al rojo pasión, símbolo de amor que le desean a la pareja. Pero, ¿habrán acertado todas al llevar este tono? Repasamos las invitadas de rojo, y damos un veredicto final.
Invitadas de rojo, ¿acierto o error?
En clave monocolor o combinando este con el blanco, el rojo ha estado muy presente en la boda de Marta López Álamo y Kiko Matamoros. Muchos rostros conocidos acudían al día B ataviadas con este color y no todas han conseguido un OK.
María de Mora optaba por una combinación informal de falda larga y kimono irregular sobre top vaporoso en blanco. Diferente, sí, ¿acertada? No en esta ocasión.
Otra de las invitadas que ha optado por combinar el flamante rojo con el blanco es la periodista y colaboradora televisiva Chelo García Cortés. En su caso, este vibrante color se presentaba en un top lencero, el estampado de la americana y en su laca de uñas. Se ve favorecida y a gusto con la elección, OK.
Entre los rostros más televisivos y conocidos, se colaban perfiles más discretos como el de Angélica Delgado, pareja de Alonso Caparrós, que acertaba de pleno con un vestido satinado de falda envolvente con un cuerpo encorsetado.
Un ejemplo de cómo no ir de rojo a una boda ha sido Nuria Marín. Si bien el vestido de la presentadora le sentaba como un guante, el cuerpo tipo corsé combinado con la gran abertura que dejaba al descubierto su pierna por completo, lo convertían más en una opción para alfombra roja que para este tipo de ceremonia.
La invitada más especial y su alternativa al rojo tradicional
Laura Matamoros, hija del recién casado, optó por dar un giro al tradicional rojo del resto de invitadas distinguiéndose así con un vestido a la altura de su posición en la celebración: madrina de su padre.
El diseño, en rojo vino con fondo frambuesa, pertenece a Redondo Brand y presenta un escote asimétrico drapeado que tapa uno de los hombros con tul dejando el otro al descubierto. Una silueta recta que gracias al detalle de plumas en la parte de abajo ha ganado movimiento, elegancia y mucha más frescura.
"Solo puedo dar las gracias por tanto a todos". Con esta sencilla frase pero llena de gratitud, la hija de Kiko Matamoros que ejerció de madrina y acompañó a su padre al altar ponía el broche a una celebración donde, por encima de todo, triunfó el amor.
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