Después de varias jornadas, la 'Alta Costura' ha llegado por fin a las pasarelas españolas gracias a Isabel Sanchís. La firma valenciana ha vuelto a presentar su nueva colección en la Semana de la Moda de Madrid en un desfile cargado de misterio, modificando toda la pasarela de Ifema para que se pudieran apreciar sus diseños al completo.
Como ya viene siendo habitual en este tipo de eventos, las modelos se hicieron esperar, aunque cuando empezó a sonar la música que anunciaba el comienzo del desfile, supimos que había merecido la pena. Las primeras notas graves y profundas envolvían el ambiente en un halo completamente enigmático, donde, además de la absoluta oscuridad, solo podíamos observar unos destellos de purpurina dorada en la gran pantalla que precede a la pasarela.
Un salto en la melodía dio paso a la salida de la primera modelo, que nos presentaba la primera parte de la colección, algo más 'prêt-à-porter', pero con el saber hacer del equipo de Sanchís. En seguida salta a la vista que los diseños fusionan la naturaleza y la escultura, con toques hiperfemeninos en la silueta que buscan enfatizar las formas de la mujer.
Los looks de oficina se transforman en obras de arte gracias a los tejidos estampados con motivos de bosques y árboles, así como bordados detallados de abejas y libélulas que podemos ver en las prendas más básicas de la colección para aportarles un toque más especial y distinguido.
Si bien las americanas y pantalones de raya diploma han estado muy presentes, las diseñadoras valencianas los han reimaginado con los volúmenes escultóricos que les caracteriza, añadiendo volantes y ángulos marcados en su estructura.
Estos diseños más 'working girl' han ido danto paso a siluetas y prendas más femeninas, como el vestido y los corsés, donde no podían faltar las plumas, que se han convertido en uno de los elementos más representativos de la firma.
En cuanto a la paleta de colores, Isabel Sanchís se decanta por la calidez de los colores tierra, a diferencia de lo que estamos acostumbrados a ver en las colecciones otoño/invierno. Por supuesto, lo combina con el negro imprescindible de la firma, que encontramos en diferentes tejidos y acabados, combinándose con el dorado en tops que recuerdan a esculturas o grandes flores doradas.
En cuanto a los tejidos, vemos una clara evolución dentro de la colección, donde somos testigos de una transición hacia vestidos más fluidos, con crepes ligeros y gasas de seda, terminando con grandes piezas más escultóricas y voluminosas, así como lentejuelas extragrandes. No podemos dejar a un lado los nuevos elementos que incorpora, como la impresión 3D de flores, que aporta modernidad y una nueva dimensión a las piezas de costura. Por otro lado, también introduce una técnica artesanal con cordones y canutillos que aporta un toque único y meticuloso a cada diseño.
"El principal objetivo de esta nueva colección ha sido transmitir la humanidad que hay detrás de cada prenda. Para la firma, el verdadero lujo no solo reside en los tejidos y bordados, sino también en las manos que reflejan el amor que sienten por este trabajo, porque cada pieza está realizada con mimo de forma artesanal", cuentan Isabel y Paula, madre e hija y diseñadoras de la marca, que han sido recibidas con una gran ovación al terminar el desfile.
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