Cuatro formas de llevar una camisa blanca para triunfar allá donde vayas, incluso en la oficina

La prenda más básica del armario se reinventa a través del 'street style' para combinarla con originalidad y buen gusto, consiguiendo que te diferencies en cualquier situación. También en el trabajo.

Cómo llevar camisa blanca a la oficina
Cómo llevar camisa blanca a la oficina
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Cómo llevar camisa blanca a la oficina

Pensar qué ponernos cada mañana para acudir a la oficina con un estilismo formal y estiloso puede resultar tedioso, y por qué no decirlo, aburrido en ocasiones si nos limitamos a trajes de chaqueta y camisas sin mucha gracia. Está claro que estas son prendas básicas y clave a la hora de construir nuestro armario de 'working girl' pero es fundamental darle un giro que eleve esa especie de uniforme autoimpuesto. 

En el caso de las camisas blancas deberías saber que sus combinaciones son, casi, infinitas y que hay muchas maneras de sorprender con una de ellas pues pueden pasar de ser el telón de fondo perfecto o la protagonista de cualquier estilismo. Si quieres extender la vida útil de esta versátil prenda, echa un vistazo a las cuatro ideas del 'street style' para diferenciarte del resto en la oficina. 

Cuatro maneras diferentes de llevar camisa blanca

Cuatro formas diferentes de llevar camisa blanca
Cuatro formas diferentes de llevar camisa blanca
Valentina Valdinoci

Una combinación infalible a la hora de llevar camisa blanca a la oficina es hacerlo con prendas de punto y en tonos beige. De hecho, es posible que hayas repetido esta fórmula en más de una ocasión, y para darle un giro cambia tu jersey clásico de cuello redondo por uno con un escote algo más abierto o incluso atrévete con uno cuadrado para dejar al descubierto el tradicional cuello en pico y tus hombros. 

Acaba de elevar tu look volviendo los puños de la camisa por encima del jersey en cuestión y remata con una falda de satén en la misma gama cromática. Marcarás la diferencia sin perder elegancia. 

Cuatro formas diferentes de llevar camisa blanca
Cuatro formas diferentes de llevar camisa blanca
Francesca Babbi

Si lo tuyo es no temer al frío y arriesgarlo todo, lo mejor que puedes hacer con tu camisa blanca básica es convertirla en el vestido de la temporada. Eso sí, asegúrate de que esta tenga un largo suficiente para no enseñar de más en un entorno formal como es el trabajo. Con medias o con calcetines a media pierna para acabar de diferenciarte como una auténtica 'fashionista', es el estilismo más sencillo pero también el que propone una estética más rompedora. 

Cuatro formas diferentes de llevar camisa blanca
Cuatro formas diferentes de llevar camisa blanca
Sarah Treacher

Para las clásicas que veneran la camisa blanca como símbolo de elegancia y quieren convertirla en la protagonista por antonomasia de sus estilismos, el 'street style' tiene una interesante propuesta ya vista con anterioridad en pasarelas. Se trata de incluir, ni más ni menos, que plumas en las mangas. Bien sea en el mismo blanco de la propia camisa, como esta muestra que fotografiaba Sarah Treacher en Londres, o en colores de temporada como el verde (propuesta de Zara para el invierno). 

Una camisa blanca diferente
Una camisa blanca diferente
Zara

Disponible en la web de Zara por menos de 70 euros, este diseño sencillo adornado por plumas es en realidad una pieza dos en uno, pues sus puños se desmontan dejando en tu armario una camisa al uso para ir a por la cuarta y última propuesta del 'street style'. (Precio: 69,95 €. Ref. 2165/003). 

Cuatro formas diferentes de llevar camisa blanca
Cuatro formas diferentes de llevar camisa blanca
Sarah Treacher

De la mano de la influencer noruega Gine Margrethe cerramos esta reinvención de la camisa blanca, con una nueva propuesta también de llevar el traje sastre. Durante la semana de la moda de Copenhague era fotografiaba combinando el trío 'working girl' por excelencia con un gran giro. Sus pantalones sastre extra altos, con cinturón ancho; la americana se convertía en chaleco amplio y abierto; y la camisa con un aspecto desenfadado sin abrochar puños ni botones delanteros, era un mero accesorio que daba fluidez al look completo. 

Ahora no podrás volver a decir que llevar una camisa blanca en la oficina es aburrido. 

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