Del corsé al sujetador 'push-up': así ha sido la revolucionaria evolución de la lencería femenina

La historia de la ropa interior ha estado llena de altos y bajos, desde oprimir el cuerpo de la mujer para entrar en unos cánones de belleza irreales hasta ser una expresión de la personalidad.

HunkeMoller Desfile de moda en Ámsterdam
HunkeMoller Desfile de moda en Ámsterdam
HunkeMoller Desfile de moda en Ámsterdam
Desfile de Hunkemöller en Ámsterdam
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A lo largo de la historia, se ha visto a la lencería tanto como una opresión como una prenda liberadora para la mujer. Sin embargo, su historia es aún más compleja que esta concepción maniqueísta, evolucionando desde algo completamente funcional a una expresión de la personalidad y sexualidad.

Historia del sujetador

En el antiguo Egipto ya era común el uso de taparrabos, aunque el primer sujetador no apareció hasta la época romana, llamado 'strophium' o 'mamillare'. Este consistía en una banda de tela que cubría el pecho de las mujeres para darse soporte y apoyo para realizar cómodamente las diferentes actividades diarias. Sin embargo, también apareció durante este periodo su función estética, ya que ayudaba a definir realzar el busto.

No hubo muchas más innovaciones hasta el siglo XVI en Europa, cuando se desarrolló el corsé con su forma tan característica. De nuevo, nació como una prenda para dar soporte a la espalda y el torso, ayudando a las mujeres de clases más bajas a realizar sus tareas y mejorar la postura. No obstante, no fue hasta el siglo XVII que la nobleza comenzó a fijarse en ellos y empezaron a apretar los corpiños para enfatizar la cintura y realzar el pecho, consiguiendo una silueta marcada de reloj de arena. 

Esta moda se llevó al extremo en la época victoriana, donde el corsé se convirtió en la pieza central de la moda femenina. Los estándares de belleza abogaban por figuras extremas, con cinturas muy estrechas y un pecho pronunciado. Todo esto llevó a que muchas mujeres apretasen en exceso sus corsés, teniendo como consecuencia dificultad para respirar, la deformación de las costillas —sobre todo si se comenzaba a usar en edades tempranas—, restricción del flujo sanguíneo, debilitamiento muscular y, a causa de todo esto, también desmayos y mareos.

La actriz Anna Held con una figura imposible conseguida gracias al corsé
La actriz Anna Held con una figura imposible conseguida gracias al corsé
Wikimedia Commons

Estas prendas estaban tan apretadas que incluso llegaron a salvar la vida de Isabel II. El 2 de febrero de 1852, la reina salía del Palacio Real para dirigirse a la Basílica de Atocha para la ceremonia de presentación de su hija Isabel a la Virgen. En este momento el cura Martín Merino se abalanzó sobre la monarca para apuñarla con un estilete de 20 centímetros, haciendo que cayera al suelo. No obstante, el puñal se encontró con una de las ballenas de acero que componían el corsé que, junto al oro bordado del manto, consiguieron parar el golpe, causando tan solo unos rasguños en la piel de Isabel II.

El monopolio del corsé no duró mucho y las nuevas tendencias que abogaban por una figura más natural dieron paso al primer sujetador moderno. En 1913, Mary Phelps Jacob, más conocida por su seudónimo, Caresse Crosby, patentó el primer sostén como alternativa a los corpiños rígidos que se venían usando hasta entonces. Este diseño consistía en dos pañuelos de seda unidos por cintas, proporcionando soporte y mayor comodidad.

Tras este gran avance, el sujetador se fue desarrollando, apareciendo en la década de 1920 en primer sujetador de copa, con un diseño más estructurado, con un mayor soporte y definición del pecho. No fue hasta 1940 que apareció el 'bullet bra' (sujetador bala), un icono de la lencería que se rescató en los 80 que se destacaba por su forma cónica bastante pronunciada y puntiaguda, popularizado por Marilyn Monroe.

Marilyn Monroe con un sujetador bala
Marilyn Monroe con un sujetador bala
Getty Images

A partir de estas creaciones, llegó en los 60 el 'no bra', un 'brallete' sin forma ni aros que solamente le daba sujeción al pecho, siendo parte de la liberación de la mujer que trajo la segunda ola del feminismo. Todos estos pasos fueron necesarios para que, a finales del siglo XX, apareciera el 'push up', un sujetador que desafiaba a la gravedad para realzar y dar más volumen al pecho.

Su diseño está pensado casi en exclusiva para dar la apariencia de un busto más grande gracias a las copas con mucho relleno; un aro que levanta, define la forma y da soporte; y un escote profundo para realzar más el área y poder usarlo con prendas de cuello bajo.

Los ángeles de Victoria's Secret y un nuevo cánon de belleza imposible

En 1995 llegó un nuevo cambio que lo revolucionó todo: Victoria's Secret presentaba a sus ángeles en el primer desfile que se convirtió en todo un fenómeno multitudinario, haciendo de la lencería la prenda estrella de cualquier look. 

Imagen de la campaña 'The perfect Body' de Victoria's Secret.
Imagen de la campaña 'The perfect Body' de Victoria's Secret.
VICTORIA'S SECRET

La firma fue la primera en presentarnos la pasarela como un gran 'show' que nadie se quería perder, creciendo año tras año y llegando a convertirse en una de las pasarelas de moda más famosas y opulentas a nivel mundial. 

Sus modelos aladas pasaron a ser el nuevo canon de belleza, en donde la delgadez extrema se convirtió en la norma. Sin embargo, las nuevas generaciones no veían con buenos ojos el ideal de belleza que fomentaba y lo que había que llegar a hacer para conseguir esos cuerpos que Victoria's Secret consideraba como los únicos que eran válidos. Una de sus grandes polémicas llegó con el fichaje de Barbara Palvin en su intento de incluir mujeres de talla grande, cuando en aquella época la de Budapest pesaba 55 kilos midiendo 1,75m de altura.

Otra de sus polémicas llegó en plena pandemia, cuando todavía estábamos encerrados. La firma escogió un vídeo de su única modelo "plus size" para ilustrar cómo "estaban tras varias semanas de cuarentena", lo que enfureció a muchas personas, incluidos a los fans de la propia marca.

Barbara Palvin en el post de Victoria's Secret
Barbara Palvin en el post de Victoria's Secret
@victoriassecretmexico

Aunque tardaron 2 días en rectificar, este escándalo se añadió a una larga lista de controversias que, sumado a la nueva filosofía de firmas como Hunkemöller o Savage x Fenty, consiguieron que en el 2021 los ángeles de Victoria's Secret colgasen sus alas. 

Adiós a la hegemonía corporal

Ahora, los desfiles de lencería abogan por la diversidad de cuerpos, con modelos tradicionales, de talla grande, 'mid size', con discapacidades, más altas o más bajas, demostrando que no hay un único molde de belleza.

Así lo vivimos en el último desfile de Hunkemöller. La firma nos invitó a Ámsterdam para conocer de primera mano su nueva colección y asistir a una presentación en la que los protagonistas eran todo tipo de cuerpos. 

Desfile de Hunkemöller SS24
Desfile de Hunkemöller SS24
TEAM PETER STIGTER

La firma apostó por un 'show' empoderador bajo el lema de Sheroism: You being you, inspires to be me (tú siendo tú, me inspiras para ser yo), un tributo a la confianza, el coraje y la unión de la fuerza de las mujeres de todo el mundo. Iconos de la industria de la moda europea, modelos, presentadoras, influencers y empresarias desfilaron por la pasarela. Vivian Hoorn, Loiza Lamers, Lola Weippert, Romina Palm, Laila Hasanovic, Georgia Steel o Lidia Santos son algunas de las mujeres que desfilaron con esta nueva colección de la marca.

La pasarela se convirtió en un auténtico espectáculo al ritmo de las coreografías de Malou Linder, en un abrazo a la autenticidad, la libertad de expresión, el apoyo y la celebración de la diversidad, fusionando la danza y el mundo de la moda sobre el escenario.

Desfile de Hunkemöller SS24
Desfile de Hunkemöller SS24
TEAM PETER STIGTER

La directora de diseño, Patricia Beurskens, explicó que: "En el desfile de la nueva colección de Hunkemöller se presentaron diseños diferentes, creados con materiales y colores ideales para combinar con las prendas de tu armario, permitiendo pasar de un look de día a uno de noche con facilidad. Esta temporada, el estilo se funde con la seducción, adoptando el verde como el nuevo color estrella. Combinado con las delicadas y femeninas gamas de 'Peach Parfair', capturamos la esencia de los tonos clásicos de la lencería, desafiando las normas de la moda tradicional, y abrazando lo extraordinario".

Descubre cómo es un desfile de lencería

Si quieres saber cómo es asistir a un desfile de lencería y adentrarte aún más en los entresijos del mundo de la moda, dale al 'play'.

HunkeMoller Desfile de moda en Ámsterdam

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