Del 3 al 6 de julio, París se llena de moda gracias a la Semana de la Alta Costura, donde las firmas más exclusivas nos muestran el verdadero espíritu de la firma a través de diseños que reflejan tanto la esencia de la marca como la personalidad del diseñador.
Entre las casas de moda más importantes que mostrarán sus propuestas para la temporada de otoño-invierno 23/24 están Christian Dior, Giambatista Valli, Schiaparelli y, por supuesto, Chanel. El desfile de la 'maison' francesa por excelencia es uno de los más esperados durante estos días y Virginie Viard no ha decepcionado.
Con el Sena de fondo, las modelos desfilaron por el 'paseo marítimo' mostrando las últimas propuestas de la directora creativa que, para ser Alta Costura y ropa de abrigo, nos la queremos poner ahora mismo.
'Á plein air' era fácil dejarse llevar por la atmósfera idílica del lugar, mientas vemos cómo las modelos pasean en las Mary Janes icónicas de la firma. Esta colección giraba en torno al glamour de la vida diaria, mostrando que se puede vestir bien tanto para ir a comprar flores como para ir a pasear al perro.
Fue este animalito quien robó por completo el 'show', y es que, como vemos, la Alta Costura no está reñida con los más peludos. Nada más salir, toda la atención se centró en este perro negro, por lo que Viard tuvo que vestir de rojo para que pudiese competir con el animal.
Animales aparte, el principal enfoque del desfile fue Chanel como estilo de vida, capturando la esencia de lo francés: "Sofisticación y sencillez, permanencia y belleza", tal y como decía la firma en el comunicado. La belleza también era una parte imprescindible, con el maquillaje natural, el pelo perfectamente despeinado y una piel impecable de la que solo las francesas conocen el secreto.
Con este planteamiento, desfiló una de las mujeres que lo llevan como bandera, Caroline de Maigret, 'influencer', 'fashionista' y autora de Cómo ser parisina estés donde estés, que fue, además, la encargada de abrir la pasarela con un abrigo de tweed azul marino cruzado y las manos en los bolsillos.
El triunfo de Barbie sobre la pasarela
La ficción influye en la moda, pero jamás habríamos imaginado que una película que todavía no se ha estrenado llegase hasta la Alta Costura. Este es el caso de Barbie con Chanel, consiguiendo que muchas prendas y accesorios se tiñan de color rosa.
La 'maison' francesa es conocida por su preferencia por el binomio blanco y negro, uno de los considerados como más elegantes y que se ha vuelto en algo inherente de la firma. Chanel no existe sin estos colores. Sin embargo, en esta colección, Virginie Viard le ha cedido algo más de espacio a este tono, regalándonos una colección para ver 'la vie en rose'.
Ya sea en 'total looks' con abrigos de tweed, en blusas o con pequeños adornos a lo largo de la prenda, casi toda la colección tiene pinceladas de rosa que siempre viene acompañadas de flores. Y es que, para ser una colección de otoño-invierno, ha resultado ser increíblemente primaveral.
Para la próxima temporada nos cargaremos de optimismo y, según Chanel, nos olvidaremos de los brillos y las lentejuelas tan propios de la época para empezar un nuevo año muy dulce y femenino.
Por supuesto, para cerrar el desfile no podía faltar el tradicional vestido de novia. En esta ocasión vuelve a repetir la fórmula de las temporadas anteriores con un look inspirado en los 50 y 60, con un diseño midi de mucho volumen en la falda, mangas abullonadas de gasa y un cuello bebé con ribetes y un lazo en el centro, una confección juvenil que solo podía provenir del 'atelier' de Chanel.
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