Desfilar en la Semana de la Moda de París es el sueño para muchas modelos que están empezando, sin embargo, solamente muy pocas lo logran. En una industria tan difícil como el modelaje, destacar a nivel internacional es casi inalcanzable, pero Nieves Álvarez es única en su especie.
La española no solo ha tenido una carrera llena de éxitos desfilando para grandes firmas como Yves Saint Laurent, Christian Dior, Hermés y Armani en su juventud, sino que ahora, con casi 50 años, sigue siendo una musa para marcas de Alta Costura como Stéphane Rolland.
Estos primeros días de julio se celebra la Semana de la Alta Costura de París, donde los diseñadores de más renombre dan rienda suelta a su creatividad y muestran las propuestas que acapararán los eventos más exclusivos de la próxima temporada otoño-invierno. Muchas famosas asisten al 'front row' como invitadas, pero solo Nieves es la elegida para abrir y cerrar la pasarela.
En el calendario de desfiles de ayer, se encontraba el de Stéphane Rolland en la Ópera de París, uno de los lugares más exclusivos de la capital francesa. Por supuesto, como musa y gran amiga, Álvarez no podía perdérselo.
La modelo fue la encargada de abrir el desfile con un vestido negro de escote asimétrico muy estructurado, con una manga y una gran abertura en la falda que cruza de lado a lado, de forma que, al andar, las piernas siempre quedan expuestas. La pieza estaba adornada con un broche de diamantes a juego con los pendientes y también vemos este brillo en los zapatos, en la tobillera.
Sin embargo, este no fue el vestido más espectacular del desfile, ni de lejos, porque Rolland había dejado lo mejor para el final. Como podíamos esperar, Nieves Álvarez fue la encargada de cerrar el desfile con un look que tanto las novias modernas como las más conservadoras querrán llevar el día de su boda.
Se trata de un vestido de corte imperio con escote palabra de honor y fabricado en satén con mucho movimiento. La ligereza de la tela hace que caiga sobre el cuerpo de una forma muy favorecedora y su diseño nos recuerdan a los vestidos que llevaban las diosas griegas clásicas.
Uno de los detalles más llamativos del look es la pieza en forma de ala en el lado derecho del escote, que le da ese toque más idílico y celestial al look y lo convierten en uno de los modelos más especiales de la colección Alta Costura otoño-invierno 23/24 de Stéphane Rolland.
El diseño estaba coronado por un largo velo de la misma tela que el vestido y reposaba sobre la cabeza de Nieves Álvarez con mucha ligereza. Se trata de un accesorio muy sencillo, sin adornos, y que aporta una imagen casi mariana a todo el conjunto.
La modelo volvió a mostrar toda su experiencia y profesionalidad en la pasarela, acompañando a los diseños de Rolland y dotándolos de vida, haciendo que pareciera que habían sido hechos solo para que los llevara ella.
GALERÍA | El antes y después de las modelos más famosas
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