Anitta Ruiz Consultora de moda | #LAROPAHABLA
OPINIÓN

Querer saber de moda no te hace menos feminista

La noche ha dado mucho de sí, hemos hecho un repaso por los mejores looks de la alfombra roja.
Looks de la alfombra roja de los Goya 2023
Getty Images/Canva
La noche ha dado mucho de sí, hemos hecho un repaso por los mejores looks de la alfombra roja.

Me van a permitir que les vuelva a tratar de usted, aunque solo sea por un rato, como hice hace justo un año, cuando me presenté ante mis nuevos lectores para explicar en qué iba a consistir esta cita semanal que Mujer.es me había ofrecido. El tema lo merece. Entonces expliqué que aquí veníamos a comentar y, sobre todo, a analizar lo que se ponen todos aquellos que pasan por nuestra vida. Políticos, 'celebrities', monarcas o actrices. Sé que mi trabajo (no solo como columnista y analista, sino también como asesora de imagen pública) camina por una línea muy delgada entre la información y la opinión, porque aunque es verdad que casi todo lo que cuente está sustentado por la psicología, la sociología o la historia, hay ciertas cosas que más allá de estar bien o mal, nos gustan o no. Así de simple. Nunca fue mi labor, ni pretende serlo, convencer a nadie de nada, precisamente porque sobre gustos hay mucho escrito (básicamente porque cada uno tiene el suyo particular). Eso sí, siempre que he dicho o escrito algo lo he argumentado lo mejor posible.

Toda esta parrafada introductoria me sirve para decir que llevo una semana muy enfada con el mundo. Todos ustedes serán ya conscientes de la polémica que se levantó en los Goya, por los insultos que había recibido tras su paso por la alfombra roja Berta Vazquez. La actriz, actualmente, pesa más que cuando saltó a la fama hace unos años. Probablemente porque en aquel entonces estuviera muy por debajo de su peso normal o porque ahora ha dejado de fumar o porque le ha dado la gana ponerse tibia a galletas. Me da igual. Estaba guapísima entonces y continúa bellísima ahora. 

Berta Vázquez vuelve a la alfombra roja con vestido de JC Pajares.
Berta Vázquez vuelve a la alfombra roja con vestido de JC Pajares.
Getty Images/iStockphoto

El hecho de que ha engordado es algo objetivo que se puede comentar con respeto y educación. Eso sí, mejor en privado y entre amigos, porque esta mujer no tiene ninguna necesidad de abrir Twitter y ver que toda España está hablando de lo que marca su báscula. Estoy segura de que ella ya es muy consciente de ello y a juzgar por sus publicaciones en Instagram se ve tan estupenda como está. Mi problema viene ahora cuando al hilo de los cuatro palurdos que insultan, animados por el anonimato de las redes sociales, nos meten a todos los demás en el mismo saco. A mis compañeros que antes de la ceremonia preguntaban educadamente que quien había vestido a cada cual, o el resto de plumillas de moda que durante estos días nos hemos dedicado a comentar los looks de los asistentes a la gala. 

Como dije hace un año en estas mismas páginas, y no me canso de repetir, arreglarse cuando a uno le invitan a un evento es un síntoma de respeto y educación, hacia los organizadores y también hacia el resto de asistentes (o espectadores). Sin olvidar que la moda, además de un lenguaje, es una industria que mueve muchísimo dinero y una alfombra roja es un anuncio fantástico para cualquier marca. 

Juana Acosta, de frente para mostrar el detalle de la flor de tul en granate,
Juana Acosta, de frente para mostrar el detalle de la flor de tul en granate,
Getty Images/iStockphoto

Por eso preguntar, comentar y analizar los modelitos, además de ser una frivolidad divertidísima, es una manera de hacer que la rueda que da empleo a miles de personas en todo el mundo siga girando. No se es más o menos feminista por pintarse el morro o por preocuparse de que el largo del vestido sea el adecuado para el evento. Una y mil veces puedo repetirlo. Puedes querer arreglarte o puedes apostar por otra cosa, como por ejemplo hizo Isabel Coixet. La directora se compró una chaqueta de segunda mano y junto con la ilustradora Elena Scilinguo pintaron un mensaje que pedía libertad para las mujeres de Irán. Una manera estupenda de utilizar también este altavoz que te da el ser alguien conocido. ¿Estaba más o menos guapa? No me importa, fue su decisión consciente y en este caso, reivindicativa. Pero si el siempre elegante Rafa Muñoz, encargado de RTVE de hablar de moda en la previa a la ceremonia, no le hubiera preguntado a Coixet, ese gesto no hubiese trascendido y, por tanto, importado.

Quiero decir, que yo misma me enciendo y me lío. Que no está mal hablar de moda, que nos pueden gustar más unos u otras. Que incluso podemos opinar (mejor para "nuestros adentros") que alguien va, para nuestro gusto, hecho un cuadrito. Pero por favor, hagámoslo todos con respeto, educación y pensando si puede ofender lo que se dice. Porque el hecho de que alguien tenga un profesión pública, al resto no nos da vía libre para escupir la primera burrada que nos pase por la mente. Si no aporta, el silencio siempre será una salida mucho más digna.

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