Teresa Viejo Periodista y escritora
OPINIÓN

"Happyaging"

No es lo mismo ser feliz que estar feliz
No es lo mismo ser feliz que estar feliz
PEXELS
No es lo mismo ser feliz que estar feliz

Ayer fue el Día Mundial de la Felicidad y de nuevo me pregunto qué significa ser feliz. Cuando leas este post el calendario andará festejando otras efemérides, pero hay pocas tan universales como esta y, salvo que tu compañía resulte menos entretenida que la de un ficus, lo natural es que reflexiones si tu vida es plena, armónica y en paz, sensaciones muy cercanas a mi idea de la felicidad.

A la felicidad hay que echarle curiosidad como a casi todo. Curiosidad para indagar más allá de lo obvio y robustecer un criterio propio que te sostenga cuando el pensamiento dominante amenace con arrastrarte. Últimamente, como parece que la psicología positiva nos empuja a ser felices, escucho voces que la desprestigian con el argumento de que este mundo es un desastre y bastante tienes con sobrevivir en él. 

Sin caer en la simpleza de unos ni en el exorcismo de otros, la felicidad es un anhelo humano desde los tiempos de la cueva. Tú y yo buscamos terminar el día con la percepción de haberlo exprimido y disfrutado las conexiones con los demás; nadie desea un desastre, aún peor que el día anterior. Hay que preguntarse qué le pedimos a la vida y qué le entregamos a ella para que el intercambio nos satisfaga. Por eso, los días mundiales son el recordatorio de que existen asuntos en los que pararse, además de nuestra rutina.

Este fin de semana he participado en el Festival Mundial de la Felicidad que se ha celebrado en Zaragoza. Lo de "mundial" puede sonar pretencioso, pero igual que tiene sentido preguntarte si eres feliz en mitad de un mundo en llamas, lo tiene hacerlo en cualquier rincón del planeta. Hay tantas ideas de felicidad como seres que la experimentamos. Por otra parte, admitir felicidad cuando todo va sobre ruedas es fácil, hazlo cuando discurres entre pedregales y cuesta arriba. Ese es el reto.

Quienes han recorrido caminos, en apariencia, intransitables y siguen en pie, saben mucho de una felicidad muy cercana a la resiliencia. Mi amiga, la doctora Paloma Fuentes, una de las primeras Directoras de Felicidad en una empresa española, dice que hay que ser feliz incluso cuando estás triste y solo quieres llorar. Las dos lo hemos probado y funciona porque los verbos, además de conjugarlos, hay que sentirlos. Ya lo cantaba Alejandro Sanz, "no es lo mismo ser que estar".

Charla de Teresa Viejo en el festival de la Felicidad
Charla de Teresa Viejo en el festival de la Felicidad
Cedida

Lo cierto es que el Festival estaba lleno de personas singulares dispuestas a compartir su propuesta de felicidad y así he conocido a Naldi Martínez, una psicóloga chilena que recorre el mundo a golpe de intuición. Acababa de llegar de Estambul y se dirigía a Miami -donde se celebra la 2ª parte del Festival- para contar su experiencia como "nómada digital" en el último año. "Solo llevo conmigo un portátil y una maleta porque en cada país encuentro nuevos recursos", y la mar de feliz con lo que tiene. Menos es más, está claro. He conocido en persona al escritor Andrés Pascual, después de seguirnos la pista mucho tiempo, y he abrazado una vez más a Ecequiel Barricart, un neo punk felicísimo. Pero pocos encuentros como el de Margarita.

Margarita tiene una melena blanca envidiable y noventa años. Unas piernas ágiles que suben y bajan del AVE y una mente lúcida con la que seguir aprendiendo. Esa es la razón por la que se colgó del brazo de su hija Nuria y le dijo, "ale, a Zaragoza, al festival ese en el que me voy a sentir en la gloria". Y así fue.

Las ganas de aprender se alimentan de una curiosidad que cuida de nuestro cerebro y nuestro ánimo, pues resulta raro encontrar a un deprimido con alto comportamiento curioso; de hecho, perder la curiosidad es señal de alarma y recuperar el interés por las cosas indicio de recuperación. Margarita es paradigma de lo que un día bauticé como "happyaging", un modo de cumplir años con flexibilidad y alegría, con una madurez consciente, llena de voluntad para aquello que la persona desea alcanzar. Que aún es mucho.

Felicidad es aceptar cada etapa como un reto, alimentando la curiosidad que nos indique el "cómo" sin perder el norte del "para qué".

¿Quieres recibir gratis todos los jueves en tu correo los mejores contenidos de belleza, moda y estilo de vida? Apúntate a nuestra Newsletter.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento