Sentirse infeliz teniéndolo todo, ¿qué genera este sentimiento en las mujeres?

Muchas mujeres no priorizan sus necesidades.
Algunas mujeres priorizan a los demás antes que a ellas mismas.
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Muchas mujeres no priorizan sus necesidades.

Mantener una relación de pareja sana, disfrutar de un trabajo que te llena, no tener problemas económicos, ver a tus amigas y familia con regularidad, tener tu casa en orden… A pesar de tenerlo todo, no te sientes feliz, pero ¿por qué?

La psicóloga Sara Navarrete, especialista en relaciones de pareja y autoestima, directora del Centro de Psicología Clínica y de Salud de Valencia, explica que "esto no es tan raro entre las mujeres". Además, ese sentimiento de infelicidad genera culpabilidad y tristeza por no tener motivos por los que sentirse así, generándose una especie de bucle.

Dejarse a una misma de lado

Para encontrar la respuesta a por qué a pesar de tenerlo todo una mujer puede no sentirse feliz, hay que prestar atención a las prioridades que tiene en la vida. Sara Navarrete detalla que siempre hay que mirar hacia dentro porque "el problema es que esa persona no se tiene a sí misma". 

Como tantas veces, "puede ser que esas mujeres tengan un patrón de conducta en el que priorizan al resto", como afirma la psicóloga, poniendo por delante las necesidades de familiares, amigas, pareja, mientras se dejan a un lado las propias. Esto es un error y la clave está en saber poner límites y aprender a decir que "no".

La dedicación completa a los hijos

Otro de los motivos por los que puede aparecer esa sensación de tenerlo todo y, a pesar de esto, no ser feliz es la dedicación completa a los hijos. Sara Navarrete detalla que las mujeres que se han "dedicado durante mucho tiempo a la crianza de los hijos o, por ejemplo, han sacrificado mucho por su carrera profesional", pueden sentirse infelices.

Aunque los últimos datos son del 2016, las cifras del Instituto Nacional de Estadística (INE) nos permiten darnos cuenta de lo mucho que las mujeres se encuentran involucradas en el cuidado de los hijos. Mientras que en el caso de los hombres solo el 68 % lo hace a diario, el porcentaje con respecto a las mujeres asciende hasta el 92 %.

Las expectativas y el miedo al fracaso

Tenerlo todo y no ser feliz también puede ser un indicativo de que las mujeres se ponen expectativas muy altas para agradar a los demás y esto, de manera inevitable, las lleva al miedo al fracaso. Esto puede generar una sensación agridulce, que derive en apatía e insatisfacción, como indica la psicóloga Sara Navarrete. Por eso, explica que "la sensación de sentirse vacía es una señal de que algo está fallando".

Si esto llegara a ocurrir hay que buscar ayuda profesional. Pues, toda esa dedicación, expectativas, querer ser perfecta y anteponer las necesidades de los demás a las de una misma no es fácil de cambiar. Además, es probable que la autoestima se haya visto afectada y que haya que empezar a prestarle atención.

Como aconseja Sara Navarrete, "coge un papel en blanco, siéntate en un lugar cómodo, hazte esta pregunta a ti misma: ¿qué necesitas?". Lo que escribas es lo que te permitirá, como mujer, que empieces a cambiar la situación en la que te encuentres. Y a pesar de que creas que eres la única a la que le está ocurriendo esto, recuerda que este sentimiento es más frecuente de lo que piensas.

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