No estar bien también está bien: consejos para cuidarnos cuando no tenemos un buen día

No estar bien también está bien
No estar bien también está bien
Pexels
No estar bien también está bien
Gema Cabañero

Gema Cabañero

  • Directora de I+I+D de 180 the Concept nutricosmética avanzada

Sentir tristeza, dolor, enfado o frustración forma parte de la vida. Y, de hecho, no pasa nada. Sin embargo, el actual tabú que existe acerca de estas emociones y la sobrevaloración de lo que entendemos por felicidad, puede hacer que muchas veces no sepamos cómo afrontar estas alteraciones del ánimo.

Actualmente en esta era en la que todo es compartido a través de la redes sociales, parece que es un requisito ser feliz. Mostrarnos alegres y bien, tanto físicamente como en nuestro ámbito laboral y del día a día con nuestras relaciones, se ha convertido en un deber.

Si no es de este modo, un sentimiento de frustración nos invade, el cual no es malo en si mismo -al contrario de lo que se suele pensar- siempre y cuando sepamos gestionarlo y utilizarlo como oportunidad para aceptar la realidad que vivimos.

Según reconocidos estudios de psicología y neurociencia la felicidad no depende tanto de nuestras circunstancias como de nuestros factores genéticos y las actividades voluntarias. Así pues, la felicidad depende de un 40% de nuestra genética, en la que se abarca el temperamento, un 10% de las circunstancias que vivimos y un 50% a nuestro modo de comportarnos y reaccionar ante las situaciones.

Por ello, en los casos que sintamos tristeza, frustración o ira será necesario que nosotros mismos recapacitemos cuanto tiempo estaremos mal, por qué nos afecta de este modo y cómo salir de ese estado, para poder manejar la situación y que esta no se apodere de nosotros. También será importante saber reconocer cuándo podemos hacerlo solos o cuando debemos apoyarnos en nuestro entorno y en un profesional.

Mujer feliz mirándose al espejo
Mujer feliz mirándose al espejo
Pexels

Claves para encontrar un equilibrio

Para saber sobrellevar de mejor manera una mala racha, emocionalmente hablando, existen ciertas claves que pueden ayudarnos a encontrar un equilibrio en nuestro bienestar.

  • Querernos bien a nosotros (y a los que nos rodean): muchas veces somos muy duros con nosotros mismos y nuestro trabajo, somos muy severos y, en ocasiones, nos infravaloramos. Es importante que sepamos valorarnos, mimarnos y darnos un merecido descanso además de perdonar cuando fallamos. Por otro lado, tratar bien a la gente que nos rodea y hacer cosas por ellos también puede beneficiarnos y hacernos sentir mejor ya que tiene efectos positivos en las áreas del cerebro involucradas en las respuestas de recompensa, vinculadas a la recompensa, el estriado ventral y la corteza orbitofrontal.
  • Evitar bebidas espirituosas: aunque de manera errónea muchas personas recurren a este tipo de bebidas cuando están pasando una mala situación para atenuar las emociones negativas, lo cierto es que se consigue lo contrario. Además de desequilibrar ciertos neurotransmisores como la serotonina, ofrece un efecto rebote que hacer que las emociones negativas se multipliquen, generando ansiedad.
  • Reducir el consumo de azúcar añadido: comer emocionalmente es una de las principales consecuencias que se presentan cuando nos encontramos en un estado de tristeza y ansiedad. El azúcar añadido artificialmente en muchos alimentos puede empeorar esta práctica ya que produce picos en la concentración de glucosa que se sienten en subidas y bajadas de la energía.
  • Descansar bien: el sueño reparador es una de las claves más importantes a la hora de saber afrontar los problemas que se nos presentan día a día de forma racional. Además, el buen descanso permite la revitalización celular y aporta vitalidad y energía. Si por nosotros mismos no logramos conciliar un sueño reparador, existen ciertos suplementos nutricosméticos que brindan una sinergia de ingredientes que reducen el estrés y regulan el ciclo vigilia-sueño. Hablamos así de la combinación de activos como el Citrato de Magnesio, el L-Triptofano conocido por ser precursor de la melatonina o el Gluconato de Zinc que refuerza la producción de serotonina, necesaria para la formación de melatonina.
  • Controlar el estrés y la ansiedad: igual que un círculo, el estado de estrés nos impide descansar y esto hace que nos encontremos más irritados y tristes al día siguiente. Por ello, será beneficioso que sepamos advertir esta emoción y controlarla. En ocasiones, esta tarea es difícil por lo que existen soluciones naturales que nos pueden ayudar. Es el caso de planes nutricosméticos especificamente enfocados para aliviar estos momentos de estrés que unen entre sus formulaciones ingredientes con reconocidos efectos positivos como el Citrato de Magnesio, la L-Arginina o el extracto de ciertas plantas que reducen la sensación de fatiga y revitalizan el organismo.

¿Quieres recibir gratis todos los jueves en tu correo los mejores contenidos de belleza, moda y estilo de vida? Apúntate a nuestra Newsletter.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento