La alimentación juega un papel crucial en el ciclo menstrual y puede influir significativamente en su regularidad. Una dieta equilibrada es fundamental para mantener un ciclo menstrual saludable, mientras que una alimentación deficiente o desequilibrada puede provocar alteraciones, incluyendo retrasos en la menstruación.
Y es que las dietas muy restrictivas o bajas en calorías pueden llevar incluso a la pérdida del ciclo menstrual, conocida como amenorrea hipotalámica, debido a que el cuerpo entra en un modo de ahorro energético y suspende funciones no vitales, incluida la ovulación.
La importancia de la dieta en la menstruación
"La alimentación puede tener un impacto en la regularidad del ciclo menstrual, pero la relación es compleja y puede variar entre mujeres", explica Leyre López-Iranzu, nutricionista de Clínica FEMM.
Cambios en la dieta, como pérdida o aumento de peso significativos, deficiencias nutricionales o dietas extremas, pueden afectar las hormonas y, en consecuencia, la menstruación: "Una dieta equilibrada y rica en nutrientes es esencial para la salud hormonal", mantiene.
Es esencial incluir una cantidad adecuada de grasas saludables en la dieta, ya que son fundamentales para la producción de hormonas como los estrógenos y la progesterona. Una ingesta insuficiente de grasas puede resultar en una producción hormonal inadecuada, afectando así el ciclo menstrual.
También es importante considerar que ciertos estilos de dieta, como el veganismo, si no se gestionan adecuadamente, pueden llevar a deficiencias nutricionales que afecten el ciclo menstrual. La falta de nutrientes esenciales, como ciertas vitaminas, minerales, y ácidos grasos omega-3, podría desembocar en irregularidades en la regla.
Sin embargo, la nutricionista explica que hay otros factores como el estrés, la actividad física y condiciones médicas que también pueden influir en la regularidad menstrual: "Si experimentas retrasos significativos en la menstruación, es aconsejable consultar a un profesional de la salud para evaluar la situación de manera integral".
Por su parte, desde la Academia Española de Nutrición y Dietética, exponen los nutrientes que condicionan y que se pueden consultar en su web. Entre ellos, la vitamina D, el zinc y el magnesio, que pueden estar en bajos niveles en mujeres con amenorrea.
"La vitamina D debería estar en más de 30 ng/ml. El zinc debería estar en valores mayores de 96 ng/ml, y respecto al magnesio, el rango óptimo es 2,2, mg/dL", sostienen desde su web. Sin embargo, también señalan que el aumento en la ingesta de estos nutrientes no conlleva, necesariamente, el regreso inmediato de la menstruación. Lo correcto es combinar varias dietas para conseguir el aporte necesario de calorías.
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