A las mujeres se les diagnostica infecciones de orina (ITU) con mayor frecuencia que a los hombres y la SEIMC estima que un 20 % de ellas la padecerán en algún momento de su vida. Una de las causas son las relaciones sexuales —además del "uso de espermicidas, diafragma y la historia de ITU previas", como indica la SEIMC. Como forma de prevención, parece que orinar después de tener sexo puede ayudar.
Las infecciones y cistitis aparecen en el periodo de mayor actividad sexual en la mujer
La relación entre las infecciones de orina y las relaciones sexuales no siempre está clara, sin embargo, la Asociación Española de Urología informa de que "el pico de incidencia se observa entre los 18 y los 39 años, coincidiendo con la edad de máxima actividad sexual en la mujer, lo que relaciona directamente la cistitis y el sexo".
Además, como a veces se vinculan al uso de aerosoles de higiene femenina o geles espermicidas conviene limitar o evitar su empleo para prevenir, lo máximo que sea posible, la aparición de una infección de orina. Los síntomas son claros según el servicio de urología del Hospital Universitari Sacrat Cor: "molestias al orinar, ardor, dolor, aumento de la frecuencia y necesidad urgente de orinar, molestias pélvicas, dolor y sensación de presión en la parte inferior del abdomen, sangre en la orina, orina turbia y con fuerte olor, y fiebre baja".
¿Por qué el sexo favorece la aparición de las ITU?
La Sociedad Española de Farmacia Comunitaria (SEFAC) "destaca la importancia de orinar después de mantener relaciones sexuales, sobre todo si es mujer, ya que el canal urinario está muy cerca de la vagina y se puede producir contaminación". Durante estos encuentros las bacterias pueden penetrar con mayor facilidad en la uretra, lo que favorecerá a que después de tener sexo se pueda sufrir una infección urinaria.
Por tanto, orinar es una forma de prevenir que esto suceda, pues limpia los conductos facilitando la salida de las bacterias al exterior de inmediato evitando, de esta manera, que empiecen a proliferar.
¿Son peligrosas las infecciones de orina?
Aunque, generalmente, las infecciones de orina evolucionan favorablemente con un tratamiento con antibióticos, en ocasiones pueden desencadenar una pielonefritis —cuando las bacterias llegan a los riñones y provocan una infección. Este es un cuadro grave, pues se puede dañar la función renal de manera permanente.
Por eso, Alejandro Eguilleor, farmacéutico comunitario de Madrid, aconseja que "la primera vez que se observen los síntomas (ganas permanentes de orinar, en las que además apenas se orina, y una sensación de quemazón durante la micción) hay que acudir rápidamente al médico, que con dos sencillas pruebas puede hacer un correcto diagnóstico". Así, podrá resolverse la infección cuanto antes.
Orinar después de mantener relaciones sexuales debería convertirse en un hábito. Un gesto sencillo que puede ayudar a prevenir infecciones de orina y cistitis que cursan con síntomas muy desagradables y que muchas mujeres experimentan en más de una ocasión.
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