¿Por qué nos atraen las personas tóxicas?

Algunas mujeres tienen cierta facilidad para acumular relaciones con personas tóxicas, sobre todo en su vida sentimental, pero también en la laboral. Estas son algunas de las razones por las que ocurre
Dejando de lado posibles romantizaciones del síndrome de Estocolmo, Disney avisó de lo dorada que prometía ser la década de los 90 con este amorío entre mobiliario cantarín, festines opulentos y rosas malditas que nos enseñó que la belleza está en el interior.
Dejando de lado posibles romantizaciones del síndrome de Estocolmo, Disney avisó de lo dorada que prometía ser la década de los 90 con este amorío entre mobiliario cantarín, festines opulentos y rosas malditas que nos enseñó que la belleza está en el interior.
Cinemanía
Dejando de lado posibles romantizaciones del síndrome de Estocolmo, Disney avisó de lo dorada que prometía ser la década de los 90 con este amorío entre mobiliario cantarín, festines opulentos y rosas malditas que nos enseñó que la belleza está en el interior.

Aunque la sociedad está avanzando a gran velocidad, quedan mitos, como el del amor romántico, que siguen haciendo daño en las relaciones de pareja, porque propician la existencia de personas tóxicas. Esta idea, asentada en películas como La bella y la bestia o los más recientes best seller (y posteriores películas), Crepúsculo, Tres metros sobre el cielo o 50 sombras de Grey, convierten estos referentes en personajes atractivos.

Esta es una de las razones que ofrece Laura Arévalo Saiz, psicóloga en el Instituto Terapéutico de Análisis de la Conducta (ÍTACO) y experta en estudios de género: "Esta creación de modelos en los que mirarnos favorece que sean estas las dinámicas que se buscan y se desean. Porque nos han enseñado a desearlas. De esta forma, no sólo se llegan a normalizar ciertas dinámicas tiránicas de jefes, comentarios inadecuados de amigos o patrones manipuladores en nuestras parejas; sino que los hombres por los que nos sentimos atraídas son aquellos que representan esta idea de dominación, control y poder sobre nosotras. De forma paralela, a los hombres les pasará justamente lo contrario: lo que está asociado con la atracción será la mujer sumisa, cuidadora, sensible, dedicada a su belleza…".

Influjo subliminal

Arévalo incluye también en la responsabilidad de esta falsa atracción los anuncios y editoriales de moda "que empapelan las calles y redes sociales". Y lo evidencia en el trabajo de la artista Yolanda Domínguez, en su serie de fotografías Poses. Pero también en letras de canciones o incluso en refranes como "quién bien te quiere te hará llorar"; "los que se pelean se desean"; o "una mujer callada está más guapa", por ejemplo.

Yolanda-Dominguez foto poses
Una de las fotos de la muestra  'Poses' de Yolanda Domínguez. 
Yolanda Domínguez

Estos comportamientos no son innatos. "Aunque la violencia, el poder o el control puedan estar favorecidas por ciertas variables orgánicas, como dicen algunos estudios, lo esencial para que este comportamiento aparezca es la manera en la que se nos educa y se nos socializa dentro del contexto en el que vivimos". Se refiere a que a las niñas se les educa para cuidar y cuidarse; mientras que a los niños, para ser independientes, competir y ganar. "Las dinámicas de interacción, incluso a estas edades, son completamente diferentes y se ven reflejadas en las posteriores dinámicas que tenemos como adultos", afirma Arévalo.

Evidentemente, esta socialización generalizada no significa que todos los hombres se relacionan de manera tóxica con sus parejas, hijos o subordinados. Este tipo de comportamientos, según afirma Elena Daprá, psicóloga especializada en Crecimiento Personal y Reestablecimiento del Equilibrio Personal y Coach, se puede deber, en gran medida, "al tipo de vínculo con el que han crecido y que repiten habitualmente". Y es algo que, a menudo, sucede tanto a quien ejerce poder, como al otro, a menudo de modo inconsciente.

El daño del refuerzo positivo intermitente

Una de las razones de que se den estos vínculos, afirma Daprá, tiene que ver con que el 'poderoso' genera un tipo de "reforzamiento positivo intermitente que acaba enganchando al otro. Lo bueno es muy bueno y lo malo es muy malo. Esas bajadas y subidas consiguen que la otra persona lo acepte. Es la típica relación de dependencia emocional. Al principio suele ser todo maravilloso, te hacen sentir especial. Pero luego van apareciendo esos rasgos de emocionalidad negativa alrededor", concluye la psicóloga.

A pesar de esta idea, Laura Arévalo quiere dejar claro que buscar características comunes en quienes se ven involucradas en este tipo de relaciones "sería un mito que responsabiliza a las personas que lo sufren" En ese sentido, Silvia Congost, psicóloga experta en autoestima y autora, entre otros, de Amor o adicción (Planeta, 2023), ha dejado claro en alguna ocasión que "es algo que nos puede pasar a todos. Más aún si no tienes la información para identificarlo, aunque es más habitual en personas complacientes, que les gusta ayudar y hacer felices a los demás, prefieres apaciguar y evitan la confrontación y las discusiones”.

Aunque es habitual vincular este tipo de relaciones en las que el tóxico ejerce poder y manipula al otro, con las sentimentales. Pero no solo se dan entre los miembros de una pareja. También se ponen en marcha en las relaciones laborales, en las que el subordinado acaba sufriendo, y con un agravante: "El componente económico y la dependencia laboral son factores de vulnerabilidad para vernos afectados por este tipo de relaciones. Si ya es difícil poner límites a una persona que no conocemos, ponerlos a una persona de la que dependemos laboral y económicamente es aún más difícil", asegura Arévalo, quien recuerda que en estos casos, los hombres son también muy vulnerables.

Proceso de alejamiento

No es sencillo salir de este tipo de relaciones porque, como afirma Elena Daprá, "es difícil que uno se reconozca a sí mismo como alguien que atrae a personas tóxicas. Sobre todo porque no tenemos mucho hábito de introspección, de mirarnos hacia dentro". En cualquier caso, el primer paso para superarlo, claramente, es identificar la situación. A partir de ahí, Laura Arévalo ofrece estos tips para llevar a cabo el proceso de alejamiento de personas tóxicas de nuestro alrededor:

  • Autoconocimiento: reconocer que se está en una relación tóxica. "Esta fase suele ser la más complicada y la que más cuesta".
  • Apoyo social: Contar con amigos y amigas, familiares o profesionales puede facilitar el proceso. "La red de apoyo puede ofrecer perspectivas externas, cuidados y recursos prácticos".
  • Recursos psicológicos: "La capacidad de manejar el dolor emocional y la ansiedad relacionados con el alejamiento es esencial".​
  • Independencia económica: "Las preocupaciones sobre la estabilidad financiera pueden ser un factor limitante para alejarse de la relación", tanto sentimental como laboral.
  • Autoestima: "Trabajar la autoestima puede ayudar tanto a identificar la situación de vulnerabilidad como a salir de ella". Una baja autoestima puede hacer que una persona se sienta atrapada y crea que no merece algo mejor.
  • Ciclos de abuso: "En estas relaciones los ciclos de abuso y reconciliación son muy habituales. Después de momentos negativos, puede haber disculpas, promesas de cambio y periodos de relativa calma que dificultan el alejamiento definitivo. Es importante tener en cuenta que se está en este ciclo para poder salir de él".

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