Boticaria García y Gema Herrerías: "Si fumamos, tomamos el sol sin protección, no dormimos… no podemos pretender que una crema haga milagros"

  • Las dos farmacéuticas han escrito juntas 'Radiografía de un cosmético', un libro para ayudarnos a entender el etiquetado los cosméticos y a enseñarnos a usarlos correctamente. 
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Marián García (Boticaria García) y Gema Herrerías forman el tándem perfecto han escrito juntas el libro ‘Radiografía de un cosmético’.

Marián García (Boticaria García) y Gema Herrerías forman el tándem perfecto. Ambas son farmacéuticas y llevan la ciencia por bandera. La primera es una de las divulgadoras más conocidas de nuestro país; la segunda, todo un referente en dermofarmacia que tiene su propia marca de cosmética, GH. Juntas, además de colaborar en varios libros y crear su conocida crema ‘Mano de santo’, han escrito ‘Radiografía de un cosmético’, un libro práctico y divulgativo en el que nos desgranan paso a paso y con toque de humor el complicado mundo de los cosméticos, y también nos recomiendan los más adecuados para nuestra piel.

¿Cómo surgió la idea de escribir un libro como este?

Marián: La idea surgió en un paso de peatones en Sevilla, viniendo del laboratorio de Gema, de GH, cuando estábamos maquinando una crema que sacamos al mercado. Comentábamos lo complicada que la formulación de los productos cosméticos, el etiquetado… y se nos ocurrió, como hice en el libro ‘El jamón de york no existe’, donde desgranaba el etiquetado de los alimentos, hacer lo mismo con los cosméticos. Antes de que se pusiera en rojo, ya teníamos la idea.

Gema: Lo bueno de este libro es que una persona que no sepa nada de cosmética va a tener, al menos la idea de qué es lo que tiene que hacer y qué no para cuidar la piel, con argumentos, cuánto es lo razonable que se tiene que gastar, etc.

¿Por qué es tan complicado el etiquetado de los cosméticos? 

Gema: Tiene mucho sentido, y está pensado sobre todo para las personas que tienen alergia a algún ingrediente o que tienen la piel muy sensible. Poniendo el mismo nombre en todo el mundo, el nombre científico, la persona lo puede identificar porque es universal, porque si tienes alergia a algún componente, seguro que ese nombre te lo sabes. Es un tema de seguridad, de salud, no es para ocultarnos nada.

Marián: Este es un manual para que la gente entienda los conceptos básicos, pero insistimos mucho en que la gente consulte con los farmacéuticos, con los profesionales de la piel…

También dais claves para diseñar una rutina cosmética, la correcta forma de aplicarlos… ¿Seguimos haciendo mal estas cosas? ¿Cuáles son los errores más comunes? 

Marián: Sí, de hecho, amigos míos que se lo han leído se han sorprendido al ver todas las cosas que todavía hacen mal… Muchos de los errores que cometemos está relacionados con la higiene, por ejemplo. Si nos compramos un cosmético maravilloso y no nos lavamos la piel correctamente antes de aplicarlo o no nos protegemos del sol, cuando es lo que más envejece… es como si no hiciéramos nada.

“Lo natural no es mejor, ni más eficaz ni más seguro por ser natural” (Marián)

Gema: A la farmacia todavía me llega gente diciendo que no es necesario lavarse la piel por la mañana porque se la lavaron por la noche y no se han maquillado. En el libro explicamos por qué sí es necesario, porque quedan restos de cosméticos de la noche anterior, por el sudor… Todo eso se deposita en la piel y si no lo retiramos, esto puede incluso acelerar el envejecimiento. Y otro error muy común es echarse protector solar solo cuando vamos a la playa o la piscina, cuando siempre advertimos que en los entornos urbanos la radiación solar también es peligrosa, aunque no te expongas directamente el sol. Y otro error es pensar que cuantos más productos uses, y más costosos, mejor te van a funcionar, cuando el secreto es darle a la piel lo que realmente necesita. El libro es muy práctico, es educación sanitaria, porque explicamos conceptos básicos sobre la salud de la piel.

¿Por qué somos más propensos a creernos las promesas de los cosméticos que de otros productos? 

Marián: Porque la belleza es aspiracional.

Gema: Y porque el marketing en cosmética funciona muy bien, por eso nosotras, como farmacéuticas, insistimos mucho en que confíen en productos que se basen en rigor, en ciencia, en los estudios clínicos…

 “Queremos acercar a la gente los cosméticos con ciencia, más allá del marketing y de la imagen de brilli brilli que tiene a veces, porque la cosmética también es salud” (Marián)

¿Qué cosas debemos creernos y cuáles no? 

Marián: En el libro damos pistas de cuándo fiarnos y de cuándo no. Explicamos, por ejemplo, que existen estudios de eficacia, que son estudios científicos en los que se miden una serie de parámetros objetivos; y estudios de consumidores, que son subjetivos y que se realizan solo preguntando a los usuarios del producto si sienten la piel hidratada, por ejemplo. Además, cuando se ha hecho un estudio clínico en condiciones, el laboratorio lo reivindica, no oculta nada.

Gema: También hay que poner atención en que las sustancias que componen el producto, en que esa sustancia que nos quieren vender tenga estudios que corroboren que sea eficaz, que esté en un porcentaje adecuado…

Marián: Sí, porque, a diferencia de lo que ocurre en la alimentación, en cosmética no es obligatorio poner los porcentajes de las sustancias, y la concentración de determinadas sustancias, la cantidad que lleven, sí influye en los eficaces que son. Si tiene un buen porcentaje lo normal es que el fabricante lo pona. Si no lo pone, es que es muy poco, y deberíamos sospechar…

¿Un buen cosmético es cuestión de precio o no? 

Marián: En el libro lo que hacemos es dar una horquilla de lo que sería razonable pagar por un determinado cosmético en función del tipo de producto.

Gema: El precio debe ser razonable en función de lo que lleve el cosmético y de lo que haga en la piel. No es lo mismo una hidratante básica que lleve agua y glicerina que otra que, además de estos ingredientes, contenga otras sustancias que tengan otras funciones, que reparen, que calmen, etc. Por eso, puede haber una crema hidratante que cueste 15 euros y otra que cueste 50. Pero lo que no creemos que sea razonable, por ejemplo, es pagar 300 euros por una crema hidratante, porque no pagarías el producto en sí, sino el envase, el posicionamiento de la marca…

Marián: Es como la moda, porque el mundo de la cosmética también está muchas veces relacionado con el lujo. Hay camisas de seda que cuestan 300 euros, pero si la compras a una firma de lujo puede costar 3.000.La seda es la misma, pero cuando pagas ese precio, pagas otras cosas, no pagas la seda. Hay una parte aspiracional, que está muy bien, pero en la que no pagas el producto o la eficacia, pagas otras cosas…

 “No creemos que sea razonable, por ejemplo, pagar 300 euros por una crema hidratante, porque no pagarías el producto en sí, sino el envase, el posicionamiento de la marca…” (Gema)

En el libro habláis de marcas en concreto. ¿No es mojarse mucho? 

Gema: Es que creemos que es importante que la gente tenga ejemplos concretos. Y hemos intentado incluir diferentes marcas.

Marián: Lo que hacemos, en cada producto en concreto (un agua micelar, un contorno de ojos…) es orientarles sobre lo que tienen que buscar, cómo tienen que ser, los componentes… Pero, a la hora de la verdad, la gente lo que quiere saber es cuál se compra, por eso recomendamos los productos, tres marcas para cada uno, que según nuestro criterio, cumplen esas características. Pero no deja de ser nuestro criterio, la gente puede buscar otros similares. No quiere decir que sean los mejores o que no haya otros, sino que lo que recogemos como pauta, estos determinados productos lo cumplen. Y nos ceñimos al sector farmacia porque somos farmacéuticas y es lo que conocemos.

Si hay ingredientes que se sabe que funcionan. ¿Por qué unas cremas con estos ingredientes podemos encontrarlas por 15 euros y otras por 100? 

Gema: Pues te voy a poner el ejemplo del retinol, que es muy conocido. Hay veces que el retinol se incluye puro, por ejemplo, al 0,3%, y lo vamos a encontrar en la lista de ingredientes; y otras veces que, si miramos detenidamente esta lista, lo que vemos no es retinol, sino, tres derivados del retinol que, los tres juntos, también forman ese mismo 0,3%. Sin embargo, eso derivados del retinol van a ser mucho menos eficaces que el retinol puro y también mucho más baratos, por eso el precio final del producto es menor. Y también tenemos que fijarnos en el resto de la fórmula. Si un producto solo tiene el retinol será más barato y menos eficaz que si se le añaden, por ejemplo, péptidos, niacinamida…

Marián y Gema junto a 'Radiografía de un cosmético', que salió a la venta el 27 de mayo.
Marián y Gema junto a 'Radiografía de un cosmético', que salió a la venta el 27 de mayo.
José González

¿Podemos fiarnos igual de los cosméticos del super que de los de la farmacia? 

Gema: Tenemos que ser sinceros y reconocer que puede haber cosméticos de calidad y eficaces en todos los canales de distribución, no solo en las farmacias, pero en una farmacia siempre se va a priorizar la eficacia -no la rotación del producto o la imagen de la marca- y que los productos tengan un precio razonable, es una garantía. Además de que vas a contar con el asesoramiento de un farmacéutico, que te va a recomendar los productos que tu piel necesita.

Marián: En una farmacia, la relación calidad o eficacia-precio está bastante ajustada, porque no se dispara de precio, pero tampoco competimos con la cosmética low cost, que en ningún caso va a estar formulada como la de una farmacia. En farmacia no fomentamos ni el reclamo de llevar, por ejemplo, la misma crema de una actriz y nos gastamos lo que sea, ni el ‘efecto ganga’ de hacer creer que a la gente que vendemos duros a cuatro pesetas.

“Hay que dejar claro que cuando un cosmético está a la venta en España es porque es completamente seguro” (Marián)

¿Hasta dónde llega la cosmética? ¿Puede un cosmético buenísimo acabar con una arruga o la celulitis? 

Gema: Siempre va a haber una mejoría, pero un cosmético por sí solo no va a acabar con ellas. Una arruga profunda, por ejemplo, no se va a ir con un cosmético, porque es como una cicatriz. Lo que sí hacen es ayudar a prevenir, mejorar, atenuar…

Marian: Esa es otra de las preguntas del millón, y en el libro somos muy claras con eso, porque un cosmético llega hasta donde llega. Además, no podemos fiarlo todo a un cosmético. Si no nos cuidamos, fumamos, tomamos el sol sin protección, no dormimos… no podemos pretender que una crema haga milagros.

El futuro de la cosmética pasa por la sostenibilidad, pero ¿cómo tiene que ser un producto cosmético para serlo? 

Gema: Mucha gente lo asocia a productos ecológicos, a los envases… pero va mucho más allá. Es, por ejemplo, cómo transportas los productos, la cantidad de agua que utilices en hacer las fórmulas, cómo gestionas los residuos. Es un concepto que está transformando a la industria, y muchos laboratorios están poniéndose las pilas porque pronto va a ser obligatorio.

¿Ecológico es igual a más seguro? 

Marián: No, simplemente el término ecológico o natural se utiliza en el marketing para que los productos parezcan más seguros, pero no es así. Hay conceptos que tenemos mal asentados porque ‘marketinianamente’ hacen mucho ruido, como cuando se habla de la toxicidad de los cosméticos o los parabenos… y todo eso son mitos. Queremos que la gente tenga claro que cuando un cosmético está a la venta en España es completamente seguro.

Gema: Además, hay muchísimos extractos vegetales que pueden ocasionar reacciones alérgicas…

“No es seguro hacer cosméticos en casa, no cumplen con las normas de seguridad, no llevan conservantes y pueden incluso ser peligrosos” (Gema)

Marián: Es más, el aloe vera, por ejemplo, que mucha gente se lo aplica directamente de la planta, puede ser irritativo, por eso, cuando se formula un producto con aloe vera, se retiran las sustancias potencialmente irritativas, es decir, se convierte en más seguro, no en menos. Lo natural no es mejor, ni más eficaz ni más seguro por ser natural.

Gema: Como tampoco es seguro hacer cosméticos en casa porque no cumplen con las normas de seguridad, no llevan conservantes y pueden incluso ser peligrosos.

No es la primera vez que trabajáis juntas… ¿Habrá más proyectos de las dos juntas? 

Gema: Sí, siempre estamos maquinando algo…

Marián: Somos reincidentes. Hemos colaborado en otros libros y hace unos meses sacamos Mano de santo, una crema reparadora… Y seguiremos haciendo cosas porque creo que hacemos un buen tándem. Gema es un referente nacional en dermo, sabe formular y está en contacto directo con la gente en su farmacia, sabe lo que necesitan… Nuestro caballo de batalla es acercar los cosméticos a la gente con la ciencia, más allá del marketing y de la imagen superficial y de ‘brilli, brilli’ que puede tener la cosmética, porque la cosmética también es salud.

Gema: Y si no fuera por ella, no estaríamos en todos los medios de España, porque es uno de los referentes en España ahora mismo en divulgación. Gracias a ella nuestro mensaje llega a rodo el mundo. 

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