Cuidarse la piel es algo más que una cuestión estética. Nuestra salud dermatológica es un reflejo de nuestros hábitos de vida y, sí, también de nuestra salud mental. Seguir una rutina saludable ayuda a que nos sintamos más atractivos, y a que nuestra autoestima aumente. Hablamos con una especialista en España para que nos explique mejor cuál es el producto que más debemos tener en cuenta.
Tratarse la piel por la noche es el momento más idóneo, ya que antes de dormir la piel pasa por una fase de máxima renovación celular y de aumento de la circulación sanguínea. Además, es cuando los activos de los cosméticos penetran realmente bien. Así lo afirma la dermatóloga Elena Martínez, especialista en cirugía plástica y estética en la Clínica Pilar de Frutos.
¿Qué cuidado necesita cada tipo de piel?
Todas las pieles necesitan ser tratadas, ya la tengas seca, mixta o grasa. ¿Cuál es la tuya? Si la tienes grasa, cuidado, porque aunque parezca contradictorio, puede deshidratarse. Por ello, hay qué saber qué usar, pero antes de eso te introducimos en qué consiste tener la piel grasa. Las pieles grasas se caracterizan por tener poros dilatados y por mostrar brillo por todo el rostro.
Es un tipo de piel que puede tener tendencia a experimentar puntos negros y granos, lo que se conoce como tendencia al acné, y una textura poco uniforme. De hecho, está comprobado que una de cada dos mujeres de entre 20 y 40 años la tienen.
Ahora, la gran duda de todas, ¿qué es el sérum y la crema hidratante?, ¿qué usamos primero?, ¿cuál es mejor?. Nos surgen muchas dudas, pero para poder resolverlas tenemos que conocer en qué consiste cada producto. Empezamos con el sérum. El sérum tiene una textura de gel, es ligero, y se absorbe fácilmente. Sus resultados son muy rápidos, ya que empiezas a notarlos al poco tiempo de comenzar su uso.
Además, su alto poder de penetración consigue reparar la dermis, una capa profunda de la piel. Ahora bien, ¿te suena haberlo visto en tu marca de confianza? Seguramente sí. Es un producto que la mayoría de las firmas lo incluyen en sus líneas de venta, así que una vez lo tengas en tus manos, aprende a utilizarlo en dosis pequeñas. Con tan solo aplicar unas 3 o 4 gotitas por todo el rostro será más que suficiente.
Por otro lado, está la crema hidratante. Una crema hidratante es una mezcla de varios componentes que aportan hidratación y nutrientes a nuestra piel. Gracias a este producto, la piel se mantiene sana, hidratada, equilibrada y protegida de las agresiones externas como el frío o la sequedad. Es un producto más espeso, de lenta absorción, y con poca penetración, ya que actúa únicamente en la epidermis, la capa más externa de la piel.
Ambos productos son complementarios y no sustitutivos, es decir, que debemos usar ambos en nuestra rutina facial. Se recomienda aplicar primero el sérum en pequeña dosis, porque es el cosmético que repara la piel desde dentro, y posteriormente utilizar la crema hidratante, que es la que protege e hidrata la piel.
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