Estos son los factores que más envejecen tu mirada (y no tienen nada que ver con el descanso)

Esta zona del rostro es una de las más delicadas.
Esta zona del rostro es una de las más delicadas.
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Esta zona del rostro es una de las más delicadas.
Gema Cabañero

Gema Cabañero

  • Directora de I+I+D de 180 the Concept nutricosmética avanzada

El descanso y el sueño reparador son factores de gran importancia a la hora de mantener un estado de salud óptimo. Sin embargo, no es la única causa de que nuestra mirada se vea cansada y sin energía.

El contorno de los ojos envejece antes que el resto de las zonas de la cara ya que dispone de menos glándulas sebáceas y su piel es cinco veces más fina de la del resto del rostro. Esto, sumado a que es una zona en la que se encuentran alrededor de 20 músculos que realizan constantes esfuerzos como el parpadeo, provoca la aparición de las primeras líneas de expresión a causa de una pérdida acelerada de colágeno y elastina.

Principales factores que envejecen la mirada

Aunque en todas las personas la piel del contorno de ojos es más sensible, hay caras que muestran una mirada más apagada que otras, ¿a qué se debe? Estos son los principales factores:

Congestión circulatoria: un flujo lento en el lecho venoso provoca que se produzca una acumulación de sangre elevada en la zona, esto puede ser por tendencia hereditaria o a causa de acúmulos de hierro. Algunas de las consecuencias de esta alteración son las conocidas ojeras moradas.

Acumulación de melanina: la excesiva exposición al sol puede provocar problemas relacionados con el fotoenvejecimiento, tales como una excesiva pigmentación que provoca la apariencia de las ojeras marrones.

Depósitos de grasa localizada: provocan los párpados caídos o la flacidez de la zona, esto sucede en casos en los que ha existido un cambio de peso brusco que provoca que el exceso de piel resultante caiga y pierda su firmeza.

Pérdida de colágeno y elastina: la alta exposición al sol, el estrés o la falta de un correcto sueño pueden acelerar la pérdida de colágeno de la zona. Además, esto se ve acentuado por la condición de la piel de esta zona que al ser sumamente delicada y fina pierde a un mayor ritmo el porcentaje de colágeno y elastina.

Sistema nervioso: este factor está relacionado con el descanso y el sueño. Si nuestro sistema nervioso está alterado por un estado de estrés y ansiedad continuado esto provoca una falta de sueño prolongado que puede provocar párpados hinchados, ojeras oscuras, o la acumulación de líquido en la zona por una incorrecta circulación sanguínea dando lugar a las bolsas.

¿Cómo evitar el envejecimiento en la mirada?

Como en la mayoría de las alteraciones estéticas, son tan importante los tratamientos que nos hacemos a nivel externo como el estilo de vida, alimentación y vitaminas que aportamos a nuestro interior.

En el caso de la mirada, no es diferente, y es que la mayoría de los factores anteriormente vistos y que afectan de manera directa al contorno de los ojos tienen su posible solución en el aporte nutricional que hagamos a nuestro organismo.

De este modo, será importante que nos empiecen a sonar distintos principios activos e ingredientes que, serán beneficiosos incluir en la dieta si queremos evitar un envejecimiento precoz de la mirada.

Ácido linoleico conjugado: también conocido como CLA, ayuda a estimular la lipólisis o quema de grasa, evitando que se acumule y ayudando a que se elimine.

L-Arginina: gracias a sus funciones vasodilatadoras, propicia que los músculos incrementen la cantidad de oxígeno recibida, dotándolos de mayor fuerza y vigor por lo que se elimina la flacidez de la zona y los cúmulos de grasa.

Gluconato de Zinc: ayuda a conseguir una estabilidad en el funcionamiento del sistema inmunitario, protege a las células frente al daño oxidativo y contribuye al metabolismo normal de los hidratos de carbono.

Vitamina C y E: con reconocidas propiedades antioxidantes evitan las alteraciones derivadas del foto-envejecimiento, además propician la síntesis de colágeno.

Vitaminas del Grupo B: mejoran la acumulación de grasas localizadas y favorecer la elasticidad de la piel, dos factores esenciales para mejorar las alteraciones relacionadas con el envejecimiento en la mirada. Por otro lado, mejoran el funcionamiento del sistema nervioso, propician el descanso reparador y se evitan niveles elevados del cortisol, tiene como resultado la mejora de la apariencia de bolsas y ojeras.

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