Hacerse las uñas, ya sea en casa o en un salón de belleza, es un momento que además de embellecer las manos, sirve a nivel psicoemocional para el propio cuidado personal. Ahora bien, tener la la manicura siempre perfecta a base de técnicas como la manicura de gel, permanente, semipermanente o acrílica se convierte en un canon estético, por lo que en alguna que otra ocasión no deja descansar la uña entre un esmaltado y otro. Pero, ¿es necesario? Vayamos por partes.
En primer lugar, dermatólogos de la Academia de Dermatología y Venereología defienden que cada vez son más los casos de mujeres que llegan a sus consultas con reacciones de dermatitis alérgicas por el mal uso de permanentes y uñas de gel, que consiste en una inflamación localizada con enrojecimiento y pequeñas vesículas a su alrededor que da como consecuencia picor, molestias e incomodidad.
Esto se debe a los acrilatos, unas sustancias químicas derivadas del petróleo presentes en las lacas de uñas, especialmente en el caso de las semipermanentes o manicuras permanentes. El problema con los acrilatos reside en que al tratarse de una molécula muy pequeña, cuando penetra en la piel puede desencadenar en una alergia. De ahí surge la necesidad de utilizar esmaltes de buena calidad y marcas reconocidas que no contengan sustancias tóxicas para nuestras uñas y, claro está, ponerse siempre en manos profesionales titulados.
¿Cuánto tiempo se tiene que dejar descansar las uñas?
No cabe duda de que una de las cuestiones más frecuentes suele ser si hacerse la manicura frecuentemente afecta a la fortaleza de las propias uñas. Pues bien, contra todo pronóstico, no necesariamente tiene que tener consecuencias. Así lo afirma Rosi Fernández, Directora del Salón de Belleza Ananda Ferdi, que destaca que "todo dependerá del estado de las uñas".
A todo ello le suma que "si tienes unas uñas fuertes y sanas y te retiras el esmalte de manera adecuada, sin dar tirones ni retirar las capas superiores de la uña y con productos específicos no pasaría nada y podría repetirse semanalmente o cada diez días, o incluso cada quince días", explica esta experta en manicura.
En cualquier caso, siempre puedes dejarlas descansar unos días, sobre todo si las tienes débiles y se abren en capas no es recomendable pintarlas de manera tan frecuente, explica Rosi Fernández. Justo en este sentido, destaca que los esmaltes lo que provocan es sequedad a la uña, conviene por lo tanto hidratarlas y aportarles un plus de keratina.
¿Qué pasa si no pones primer en las uñas?
A día de hoy, a la hora de realizar una manicura semipermanente, se utiliza un gel de base que protege y fortalece la uña y al volver a repetir el color este gel puede no retirarse. Gracias a la aplicación del primer se evita que la uña natural segregue tanto grasa como agua durante las siguientes semanas, ayudando a mantener en perfecto estado la uña artificial y evitando que se despegue el esmalte utilizado, ya sea acrílico o gel. En cualquier caso, tampoco conviene retirar constantemente la cutícula, que es lo que protege también la uña.
Cómo fortalecer las uñas a través de los alimentos
Lo primero que hay que tener en cuenta es que la alimentación influye mucho en el crecimiento de las uñas. Estas necesitan queratina, vitaminas A, B y C, así como calcio o hierro. No obstante, se pueden usar algunos alimentos para aplicarlos sobre las uñas y que estas cojan dureza y no se muestren débiles y con tendencia a romperse:
- Ajo: uno de los remedios más conocidos para las uñas es este alimento. Basta con pasarlo o frotarlo por las uñas para que estas se refuercen.
- Aceite de oliva: sus vitaminas y componentes son un buen remedio para tratar las uñas estropeadas. Además de nutrirlas, el aceite harán que tomen un aspecto más sano y cuidado. Así, es necesario sumergir las uñas en un bol con aceite y esperar unos minutos.
- Pepino: aunque su uso más extendido es para tratar la piel, también es beneficioso para las uñas. ES suficiente con triturar un pepino con la piel y después aplicar la pasta sobre las uñas.
Además de estos alimentos, existen otras sustancias que pueden ayuda a fortalecer y mejorar el aspecto de las uñas son, por ejemplo, algunos aceites. El aceite de ricino es uno de los más empleados en cuanto al mundo cosmético. También el aloe vera, que tiene numerosas propiedades que puede ayudar a hidratar y restaurar las uñas.
Cómo quitar las uñas de gel en casa paso a paso
- Limar las uñas ligeramente. Lo primero que debes hacer es limar las uñas para crear una superficie más porosa y para así facilitar la penetración de la acetona. La idea es quitar el brillo y la suavidad que le da el esmalte.
- Aplicar la acetona. Una vez terminado con el paso anterior habrás visto que las uñas te habrán quedado ásperas, opacas y rayadas, pero eso está perfecto. Sin embargo, el color del esmalte continúa presente, con lo cual ahora toca aplicar la acetona. Cubre con algodones la punta de los dedos, y recorta diez trozos pequeños de papel aluminio para colocarlos sobre los dedos.
- Quitar el aluminio y los algodones. Una vez que hayas quitado todos los algodones notarás que el esmalte aún está presente pero ablandado, Bajo ningún concepto frotes el algodón en las uñas como lo harías con un quitaesmalte normal. Si se te ha quedado esmalte, ayúdate con el empujador de cutículas o palito de naranjo para remover los restos que queden. Es importante saber que las uñas quedan más finas y muy sensibles, por lo que hay que tener mucho cuidado al utilizar el empujador de cutículas.
- Recuperar las uñas. Cuando hayas terminado de quitar todos los restos de esmalte, lava tus manos con agua y jabón. Finalmente, corta las uñas, límalas e hidrátalas.
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