Los beneficios de las esponjas naturales frente a las sintéticas de toda la vida

Quizás aprovechas la esponja hasta que está inservible, pero es un error. Deberías sustituirla cada dos semanas o un mes por la aparición de hongos y bacterias. Si la hierves, puedes aguantar un poco más.
Esponjas sintéticas para el baño.
Pixabay/Brett_Hondow
Quizás aprovechas la esponja hasta que está inservible, pero es un error. Deberías sustituirla cada dos semanas o un mes por la aparición de hongos y bacterias. Si la hierves, puedes aguantar un poco más.

¿Usas esponjas en la ducha? ¿Prefieres las naturales o las sintéticas? Escoger una buena esponja es ideal para el correcto cuidado de nuestra dermis, para su exfoliación y limpieza, teniendo en cuenta todo tipo de pieles. Como subraya la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), cada vez más personas se decantan por productos de origen natural, sobre todo por cuestiones de sostenibilidad. 

Existen diferentes tipos de esponjas que se pueden clasificar, principalmente, por su origen. En este sentido, se encuentran las de origen natural, las artificiales y las de fibras sintéticas. ¿Cuáles son las ventajas e inconvenientes de cada una de ellas para nuestra piel?

¿Cómo son las esponjas marinas para el cuidado de la piel?

Dentro de las esponjas naturales, nos encontramos con aquellas que son de origen marino o las de origen vegetal. Las marinas "se usan para la limpieza y exfoliación de la piel" y están consideradas como animales. De hecho, "sobreviven filtrando plantas microscópicas y oxígeno del agua", por lo que su crecimiento es lento. 

La OCU destaca que, a nivel comercial, este tipo de esponjas son mucho más suaves y tienen una mayor resistencia. "Otra de sus ventajas es la capacidad de absorber y descargar grandes cantidades de agua", detalla la organización. Por otro lado, estas esponjas son "regenerativas" y no se emplean químicos para su procesamiento. Por eso son más sostenibles que otras variedades. 

Sin embargo, "algunas sociedades de conservación del medio marino indican que las esponjas marinas están amenazadas por la sobreexplotación, y además por los vertidos de aguas residuales y el calentamiento global", indica la OCU. 

Diferencias con las esponjas de origen vegetal

Las esponjas vegetales, por su parte, surgen como una alternativa y cuentan cada vez con más adeptos. Una de las variedades más demandada es la de las esponjas de lufa, que se obtienen a partir de la planta que lleva este nombre, comestible, y que se emplea para la limpieza. "Son duras y sirven para exfoliar la piel". 

Por otro lado, las esponjas de konjac proceden de una raíz vegetal porosa originaria de Asia "con propiedades alimenticias y dermatológicas". De hecho, una vez húmedas, estas esponjas son mucho más suaves. A diferencia de las sintéticas, las esponjas naturales deben reemplazarse cada dos meses aproximadamente, limpiarse y secarse correctamente.

¿Y qué caracteriza a las sintéticas?

Puede que sean las más empleadas en la ducha y la mayoría de las que se comercializan en el mercado actualmente están fabricadas con una combinación de celulosa o de poliuretano o poliéster. Una de sus ventajas es que son buenas para la limpieza. Además, son bastante más económicas.

No obstante, no son tan buenas para el medioambiente como las demás. "Las esponjas de celulosa producen menos residuos, y pueden ser biodegradables, pero el proceso de fabricación implica la tala de árboles además de los diversos tratamientos de la celulosa", aclara la OCU.

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