El sector de la automoción teme la llegada del año que viene ante una inminente subida de los precios y los impuestos de matriculación, provocada por la entrada en vigor de la normativa europea que obligará, a partir del 2 de enero, a que el protocolo de emisiones WLTP sea el único válido.
Este ciclo de medición se utiliza desde hace tres años y arroja datos mucho más precisos sobre la cantidad de CO2 que expulsan los vehículos cuando están marcha. Esta precisión va a provocar que muchos modelos excedan el límite impuesto a nivel europeo y, por tanto, se vean penalizados fiscalmente.
Desde el sector de la automoción se solicitó una prórroga a la aplicación de la normativa o, al menos, una reforma de la fiscalidad. Sin embargo, la ministra de Industria Reyes Maroto ha confirmado la implementación de esta normativa es europea y que no corresponde al Gobierno de España atrasar su entrada en vigor. Como recordó la ministra tras la segunda reunión de la Mesa de la Automoción, en Zaragoza, "la Comisión Europea estableció plazos para su aplicación el Gobierno ya aprobó una moratoria hace dos años".
Diez mil millones de ayudas europeas
Para paliar la aplicación del ciclo WLTP, el Gobierno está estudiando medidas que compensen el efecto de la nueva normativa. Además, Maroto anunció que un 14% de los fondos europeos Next Generation UE se van a destinar al sector de la automoción ya que se pretende que sea palanca en la dinámica de recuperación económica y social. En total, serán 10.000 millones de euros que ayudarán a la modernización de la industria en un plazo de tres años.
La creación de fábricas de producción de baterías eléctricas para modelos electrificados será uno de los aspectos clave que impulsará el Gobierno. Igualmente, se va a dar más protagonismo al hidrógeno renovable con un total de 1.500 millones de euros de presupuesto para diseñar una hoja de ruta que convierta esta fuente de energía en una de las claves para recuperación económica española.
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