Unas ruedas deshinchadas pueden aumentar en un depósito entero al año el consumo de combustible del coche

Revisar el buen estado de las ruedas es fundamental para contener el gasto de combustible.
Piqsels

El mantenimiento del coche y su buen estado influyen de manera positiva en el consumo de combustible del motor. O, lo que es lo mismo, un vehículo sin revisar, con fallos o averías acabará gastando más gasolina de la que debería, perjudicando así al bolsillo del conductor. 

Ahorrar en gasolina o en diésel no solo depende de buscar las estaciones de servicio con los carburantes más económicos (que también, por eso aquí puedes encontrar algunas de las gasolineras low-cost más baratas de España), sino que nuestra manera de conducir o el estado del vehículo también pueden contribuir a alargar el depósito de combustible. 

Las ruedas del coche, o mejor dicho la presión de los neumáticos, es buena muestra de ello. Tener poca o mucha presión en las ruedas o llevar los neumáticos deshinchados puede disparar el gasto de combustible del coche hasta hacernos perder un depósito de gasolina o diésel entero al año. Al precio actual de los derivados del petróleo, este parámetro puede llegar a suponer hasta 90 euros más de gasto en combustible al año

Este aumento del consumo de combustible se debe a la resistencia a la rodadura, que junto a otros factores como la aerodinámica, el peso o el tipo de motor determinan cuánta gasolina acaba gastando el coche. Se estima que en torno a un 20% del consumo total del coche se debe a la rodadura de los neumáticos, según afirman desde Mapfre. 

Ni mucha presión, ni poca

Al saber cómo afectan las presiones de los neumáticos al consumo se puede poner el remedio necesario para contener el gasto de combustible. Por ejemplo, al llevar la presión más baja aumenta la resistencia al rodamiento, por lo que habrá que hinchar las ruedas para solucionar el problema. 

Por el contrario, si llevamos las ruedas con mucha presión o excesivamente hinchadas, la resistencia disminuirá demasiado y el consumo de disparará igualmente. Además, estas circunstancias pueden tener consecuencias bastante peligrosas ya que un neumático con sobrepresión tiene menos agarre a la calzada y más posibilidades de sufrir un reventón.

Antes de salir a la carretera, lo mejor es revisar en una estación de servicio la presión de las ruedas y consultar en el libro del fabricante la presión recomendada para nuestro vehículo.