¿Es legal beber en el coche, aunque esté parado?

Durante 2022 se impusieron en España un total de 85.130 multas por conducir en estado de embriaguez, según AEA. Esto supone un incremento del 51,8% respecto al ejercicio anterior, cuando se cometieron 56.073 infracciones de este tipo. Muchos conductores utilizan trucos bajo una falsa creencia de que conseguirán rebajar la tasa de alcohol en sangre, algo que nunca funciona.

La combinación entre alcohol y coche puede ser una unión letal, y más aún si el lugar de ingesta es el propio vehículo. Algunos conductores optan por dejar el coche estacionado y beber, pero, ¿está penada esta práctica al igual que si se estuviese circulando?

¿Qué dice el Código Penal?

El artículo 379.2 del Código Penal establece que: «será castigado el que condujere un vehículo de motor o ciclomotor bajo la influencia de drogas tóxicas, estupefacientes, sustancias psicotrópicas o de bebidas alcohólicas [...]».

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El reglamento solo establece el precepto siempre y cuando el vehículo esté en circulación, no recoge en ningún momento una norma para los casos en los que no se esté conduciendo. Por lo tanto, beber con el coche estacionado es legal, aunque en el momento en el que se mueva, los conductores podrán estar cometiendo una infracción si la tasa en sangre es mayor a la permitida.

Beber dentro de un vehículo estacionado

Hace tres años, el Tribunal Supremo anuló una multa de 300 euros y cuatro meses sin carnet porque el conductor todavía no había emprendido la marcha. Los agentes le realizaron un control de alcoholemia cuando iba a arrancar una moto, pero sin haberlo hecho.

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El afectado recurrió la sanción y el órgano mayor de justicia, en la sentencia 48/2020 del 11 de febrero, falló a favor del conductor, ya que lo que se castiga es conducir bajo los efectos del alcohol, no otros supuestos en los que el usuario solamente 'esté' en el vehículo.

Las multas por beber en el coche

A pesar de que el Tribunal Supremo haya fallado en este sentido, los agentes pueden imponer una sanción a un usuario que esté consumiendo bebidas alcohólicas en un coche estacionado si tienen pruebas fehacientes de que ese vehículo se ha movido mientras el conductor estaba en estado de embriaguez.

Algunas de estas pruebas pueden ser las grabaciones de cámaras de seguridad del entorno, las declaraciones de algún testigo, o incluso si el conductor ha sido 'pillado' por un radar poco antes de que se realice el control de alcoholemia con el coche parado.