Probamos el Toyota GR Yaris: 261 CV, tracción total y una pregunta universal, ¿es tan bueno como dice todo el mundo?

Esta semana hemos tenido oportunidad de estar probando el GR Yaris de Toyota, un modelo que transmite sensaciones como ningún otro en la actualidad y que desde 38.250 euros nos permitirá presumir de herencia WRC.

El GR Yaris de Toyota está derivado directamente del Campeonato Mundial de Rallys (WRC).
El GR Yaris de Toyota está derivado directamente del Campeonato Mundial de Rallys (WRC).
Santiago. C
El GR Yaris de Toyota está derivado directamente del Campeonato Mundial de Rallys (WRC).

Toyota ha lo grado convertirse en una marca bipolar en cuanto gama, con la imagen de expertos en movilidad híbrida para la gran mayoría de los usuarios, pero siendo una de las que hace los mejores deportivos actuales con sus modelos GR (Gazoo Racing). Y es que lo que muchos no sabrán es que su CEO hasta el pasado enero (ahora es presidente del consejo de administración), Akio Toyoda, nieto del fundador de la marca, es un auténtico apasionado del mundo del motor y de las carreras, siendo incluso piloto y corriendo bajo el nombre de Morizo. Es por ello que no es de extrañar la apuesta de la firma japonesa por modelos tan deportivos como el GR Supra, el GR86 o el protagonista de nuestra prueba, el GR Yaris.

El GR Yaris de Toyota está derivado directamente del Campeonato Mundial de Rallys (WRC).
Se vende en dos versiones, la de serie y la Circuit Pack, que añade distintos elementos.
Santiago. C

La respuesta sencilla y rápida al titular de este artículo es sí, el GR Yaris es tan bueno como has escuchado por ahí, pero tiene también diferentes elementos que no lo son tanto y que hay que poner en una balanza que, siendo sinceros, está más que inclinada hacia el lado positivo.

El maletero sólo tiene 174 litros de capacidad, 112 menos que un Yaris corriente.
El maletero sólo tiene 174 litros de capacidad, 112 menos que un Yaris corriente.
Santiago. C

Toyota, decidida a ganar en el Campeonato Mundial de Rallys (WRC), desarrolló su Yaris 2020 de competición desde cero, con los consiguientes beneficios que tiene diseñar un vehículo desde el inicio para esto y no teniendo que adaptar un modelo que ya vendes. Sin embargo, la FIA obliga a las marcas a que el vehículo con el que compitan se venda como coche de calle, y establece una cuota mínima de matriculaciones, 25.000 en este caso. Pues bien, lo que ha hecho Toyota ha sido el camino contrario al que suele tomarse, es decir, hacerse primero el modelo de carreras y, derivado de este y con el objetivo de cumplir la normativa, quitarle algunas cosas y darnos la versión de calle, que es este GR Yaris. Como curiosidad, y para que entendamos la clase de coche ante el que estamos, se trata del primer homologation special (coches de rally homologados para la calle) que lanza una marca desde que llegase la tercera generación del Subaru Impreza STI, allá por 2007. Casi nada.

La ancha carrocería, la enorme parrilla ensanchada o los emblemas GR, marcan su carácter.
La ancha carrocería, la enorme parrilla ensanchada o los emblemas GR, marcan su carácter.
Santiago. C

Si tenemos en cuenta esto y sumamos que el GR Yaris es un coche de 3.995 milímetros de largo, 1.805 de ancho y con un peso de 1.355 kilos, derivado directamente del rally, con tracción a las cuatro ruedas, cambio manual y 261 CV de potencia, no es de extrañar que el plato final sea una delicia. Los ingredientes por si solos ya invitan.

La división GR de Toyota también firma el GR Supra y el GR86.
La división GR de Toyota también firma el GR Supra y el GR86.
Santiago. C

La marca lo vende en dos configuraciones, el de serie, que incluye todo esto y arranca en 38.250 euros, y la variante con ‘Circuit Pack’, que aumenta el precio hasta los 43.250 euros pero que también añade diferenciales delantero y trasero tipo Torsen, suspensión GR con configuración de circuito, llantas forjadas más ligeras y neumáticos Michelin Pilot Sport 4 S.

Una de las cosas que lo hacen diferente es su tracción total, algo único en su categoría.
Una de las cosas que lo hacen diferente es su tracción total, algo único en su categoría.
Santiago. C

Estéticamente no se encuentran grandes diferencias entre uno y otro salvo por el diseño de las llantas. El resto mantiene la esencia de un coche que, si no eres muy entendido, quizá parezca un Yaris más, pero a poco que sepas ligeramente de coches, algo raro notarás en él. Para empezar, va muy ensanchado tanto por delante como por detrás, con unos hombros gigantes que ves sobresalir cuando miras por los retrovisores. También dispone de un difusor trasero en color negro, doble salida de escape, un paragolpes delantero mucho más deportivo con una enorme parrilla cuadrada y un techo en fibra de carbono que llama mucho la atención, especialmente en contraste con la carrocería en dos de los tres colores que ofrece: rojo o blanco, el negro hace que se diluya mucho tanto el techo como el resto de detalles del modelo.

El retrovisor interior y la pantalla tapan demasiado la visión del exterior.
El retrovisor interior y la pantalla tapan demasiado la visión del exterior.
Santiago. C

Dentro del habitáculo encontramos unos asientos deportivos con el reposacabezas bordado con el logotipo GR, una palanca en aluminio y plástico para el cambio manual, pedales metálicos, freno de mano del de toda la vida y una pantalla central de 8 pulgadas que, por cierto, no tiene navegación ni opcionalmente. Al lado de la palanca también tenemos un mando giratorio que nos permite elegir entre tres modos de conducción: Normal, Sport y Track. El primero envía el 60% del par a las ruedas delanteras, el modo Sport manda el 70% a las traseras, y en el modo Track el par se reparte al 50-50 entre ambos ejes.

La visibilidad, su gran 'asignatura pendiente'

Ahora bien, es precisamente en el interior es donde encontramos la gran mayoría de los problemas que tiene el coche, que tampoco son muchos, la verdad. Para empezar el asiento va demasiado alto, la posición más baja del mismo sigue siendo alta y no permite disfrutar tanto como debería de una conducción deportiva. A esto se le suma que la colocación del retrovisor interior, junto con la pantalla central, hacen que tengas una visión muy mala del exterior, en curvas a derechas sobre todo. Y es que este GR Yaris tiene una visibilidad general algo justa, con los pilares traseros siendo muy grandes o la luna posterior muy pequeña y sin limpiaparabrisas. Esto choca especialmente en un coche que incita a correr pero que, en determinadas curvas, tiene uno que andar moviéndose mucho para asegurarse de que no hay nada detrás de los múltiples elementos que te hacen de pantalla en su interior. Las plazas traseras, por su parte, son únicamente dos, con la central ocupada por un hueco portaobjetos. Y el maletero también reduce su tamaño con respecto al Yaris corriente, de hecho, es 112 litros menor, quedándose en sólo 174 litros.

Los asientos deportivos son cómodos, pero deberían poder ajustarse más en altura, vas demasiado elevado.
Los asientos deportivos son cómodos, pero deberían poder ajustarse más en altura, vas demasiado elevado.
Santiago. C

Pero seamos sinceros, este no es un coche para el día a día, este coche es para el fin de semana, para disfrutar de la conducción y para pasarlo bien, no para hacer el trayecto de casa al trabajo y del trabajo a casa. Y es aquí donde el GR Yaris, al menos a mi entender, no tiene rival. En todos los años que llevo en esta profesión han pasado por mis manos cientos de coches, coches de todos los tipos, potencias, aspectos y mecánicas, y aún con esto, me atrevería a decir que el GR Yaris es uno de mis favoritos sin duda alguna. Es un coche que tendría en mi garaje 100%, porque además tampoco creo que se le pierda dinero. Es más, me aventuraría a decir que probablemente suba de precio en los próximos años.

El techo del GR Yaris está fabricado en fibra de carbono.
El techo del GR Yaris está fabricado en fibra de carbono.
Santiago. C

Según lo ves ya llama la atención por su estética deportiva, pero es que cuando te montas y tocas sus mandos, es cuando te das cuenta de que es un vehículo diferente. La palanca de cambios es una auténtica maravilla, dura, corta y con unos sonidos mecánicos que te hacen sentir que estás en un coche de carreras. Sumado a esto tenemos una dirección y unos frenos que transmiten al conductor absolutamente todo lo que está pasando a su alrededor, mientras que la suspensión, también firme, añade más sensaciones y control al conjunto. No es de extrañar que, con sus 261 CV y su tracción total, el GR Yaris invite a correr, y de verdad, corre mucho. Pero corre mucho de una manera algo ‘mentirosa’, porque va tan bien y es tan dócil incluso en carreteras de montaña, que pierdes la noción de la velocidad, y cuando miras el velocímetro te asustas más por los números que por lo que estás sintiendo. El coche va plantado como pocos y puedes apretarle que no te hará ningún extraño ni susto, sobre todo en modo ‘Track’. Además, en la consola central tiene un botón iMT que permite que el coche haga automáticamente el ‘punta tacón’, haciendo que al reducir marchas se iguale el régimen del motor con el eje primario de la caja de cambios, dando como resultado unas reducciones sin retención que son una bendición en conducción ágil por montaña, por ejemplo.

La placa del WRC abajo y, en la zona superior, el botón iMT del cambio.
La placa del WRC abajo y, en la zona superior, el botón iMT del cambio.
Santiago. C

Como contrapartida, el consumo es elevado, nosotros no hemos bajado la media de los 10,2 l/100 km, únicamente cuando realizamos la prueba de consumo en autovía es cuando sí conseguimos bajarlo de las dos cifras, sacándole 9,3 l/100 km. Sin embargo, tampoco nos parecen unas cifras escandalosas para la potencia que entrega el coche, que tiene tracción total y que te hace ir prácticamente todo el tiempo con el cuchillo entre los dientes por lo bien que va.

Con 261 CV y tracción total, el GR Yaris es una auténtica máquina de tramos.
Con 261 CV y tracción total, el GR Yaris es una auténtica máquina de tramos.
Santiago. C

Nosotros tenemos claro que este GR Yaris es un ‘rara avis’ en el mundo del automóvil actual, una especie de Santo Grial entre la tendencia electrificada y que, muy pronto, dejará de existir. Es un último canto a los automóviles de antes; con cambio manual, con potencia a raudales, sin electrificación, derivado del rally, con sensaciones para dar y regalar… Por todo esto es por lo que habría que preguntarse, ¿son 38.000 euros mucho dinero por todo lo que da y ofrece este GR Yaris? Como breve recordatorio y punto de comparación con algo ‘similar’, un Abarth 695 con 180 CV (81 menos que el GR Yaris), menor espacio interior y con tracción delantera parte de los 32.739 euros. Pero, y tú, ¿con cuál te quedarías?

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