Además de los deportivos AMG, otras tres son las variantes que este fabricante ofrece del EQE SUV. Con 4,8 metros de largo, el modelo alemán a pilas arranca con el 350+ de 292 CV, de tracción a un solo eje, continúa con el 350 4Matic probado, con idéntica potencia pero con cuatro ruedas motrices, y termina con el 500 4Matic de 408 CV.
De ahí que la opción intermedia que nos ha tocado en suerte sea en principio la más interesante. No podemos considerarlo un coche de altas prestaciones, pero sí aporta el suficiente nivel para no quedarse descolgado como lo demuestran los 6,6 segundos que tarda en pasar de 0 a 100 km/h.
A la hora de pasar a la acción, sin duda, lo más relevante es la “dulzura” con la que lo hace. Silencioso hasta límites insospechados (la insonorización es perfecta) el SUV alemán invita a disfrutar de la conducción y, de paso, ofrecer al pasaje un gran confort de marcha.
Destacable en este sentido el buen trabajo del freno regenerativo, con varios modos y levas en el volante, para obtener el nivel que deseamos en cada momento.
Peso elevado
Con un peso por encima de las 2,5 toneladas, esta circunstancia no colabora a conseguir unos consumos de referencia, ni mucho menos. Las medias obtenidas durante nuestra prueba, en condiciones normales de uso, siempre han estado en el entorno de los 25 kWh a los 100 km, aunque podemos bajar este registro en momentos puntuales, mimando eso sí nuestra presión sobre el pedal del gas, hasta los 20-21 kWh.
La autonomía, con 535 kilómetros homologados, permite bastante licencias y la recarga, para pasar del 20 al 80% en un poste público a 170 kW, se puede hacer en media hora.
En cuanto a su comportamiento, el EQE incluye un desarrollo técnico muy bien armado sobre todo si optamos por el esquema opcional de las ruedas traseras direccionales más la suspensión neumática Airmatic.
Con estos extras, el SUV germano enmascara algo el exceso de peso, aunque no logra rebajar del todo las inercias cuando vamos ligeros en una zona de curvas.
Lo mejor de su rodar aparece en los recorridos por autopistas o autovías. En estas circunstancias es donde mejor se desenvuelve el EQE aportando una comodidad y un refinamiento al alcance de muy pocos rivales.
Tampoco existen muchos competidores que puedan presumir de unos acabados tan refinados que convierten su amplio habitáculo en la habitación de un hotel con cinco estrellas.
Arsenal de accesorios
La cantidad de accesorios disponibles es igualmente de referencia y no falta una gran pantalla central de 12,3 pulgadas (en opción tenemos disponible el sistema Hyperscrenn que va de extremo a extremo del salpicadero) con todo tipo de informaciones.
Reseñable es también la posición de conducción, se adapta sin problemas a cualquier tipo de talla y peso, al igual que la distribución tan ergonómica de todos los mandos como ocurre por ejemplo con los reglajes eléctricos de los asientos que, habitual en este fabricante, están encastrados en los paneles de las puertas.
Si nos fijamos ahora en su diseño exterior, el EQE sigue al pie de la letra las directrices de la marca en la definición de sus nuevos coches eléctricos.
A saber, un diseño limpio y poderoso, la presencia de superficies carenadas y aerodinámicas, con una atractiva parrilla frontal, más la incorporación de modernas firmas lumínicas tanto en la zona delantera como en la trasera a través de ledes.
En definitiva, el EQE SUV 350 4Matic tiene todo lo que se puede esperar en un Mercedes y en este sentido los 95.825 euros que cuesta no son un “chollo” pero si que están acorde con lo ofrecido.
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