Toyota ha demostrado y demuestra que es una marca global, volcada en sus clientes, con una oferta de productos multitecnológica que cubre todos los gustos y necesidades. El C-HR es obviamente uno de ellos, pero en este caso hablamos de un modelo muy diferente por su especial orientación y rompedor diseño.
Lanzado en 2017, y con una ligera actualización realizada en 2021, el crossover japonés llega a su segunda generación tras más de 700.000 unidades vendidas en toda Europa. Hemos viajado a Hamburgo, con ocasión del estreno mundial, para conocerlo.
El nuevo C-HR se ha desarollado principalmente para el Viejo Continente a partir de una versión mejorada de la plataforma TNGA que Toyota utiliza en sus modelos compactos, como el Corolla, y su diseño sigue la pauta marcada por su predecesor en cuanto al vanguardismo, robustez y la deportividad de sus formas, que se estilizan notablemente para que el conjunto crezca en atractivo. Espectacular el nuevo frontal, los paragolpes y las rediseñadas ópticas, finas y en forma de gancho las delanteras y en bloque horizontal las traseras. Lo cierto es que impone mucho al verlo en vivo.
Las dimensiones generales no cambian sustancialmente, es 3 cm más corto y 4 más ancho, y la batalla se mantiene inalterable. La carrocería sigue siendo tipo coupé con cinco puertas, con detalles nuevos como los tiradores enrasados en las puertas y tres tipos de decoración: con un solo color, bitono con el techo en negro y una tercera opción que incluye el pilar trasero, como se puede apreciar en las imágenes que acompañan a este texto. Las llantas son también más grandes y llegan hasta las 20 pulgadas de diámetro.
Interior funcional y elegante
Por dentro, el diseño está más integrado y gana en funcionalidad, además mejorar en cada detalle. Comprometido plenamente con la sostenibilidad, Toyota ha aumentado el uso de material reciclado, con elementos elaborados a partir de botellas de plástico o redes de pesca. También tienen protagonismo las interfaces digitales, en este caso con un cuadro digital y configurable de 12,3 pulgadas y un sistema multimedia con pantalla entre 8 y 12 pulgadas que aún no hemos podido probar pero cuyo software Toyota ha diseñado para que sea aún más intuitivo y sencillo de utilizar.
Los asientos son deportivos, con una gama diferente de tapicerías, y entre piloto y copiloto sobresale un consola central envolvente con huecos para objetos, cargador inalámbrico para móviles y una pequeña palanca para gestionar el cambio automático, que es la única opción disponible.
En el C-HR de nueva generación se ha dado mucha importancia a la iluminación interior, que cambia automáticamente en función de la hora del día o según el tipo de conducción, e incluso ejerce como elemento de seguridad avisando si detecta la presencia de un vehículo al abrir las puertas, por ejemplo.
Detrás pueden viajar con comodidad cuatro personas, pero la luminosidad queda algo limitada por la altura de las puertas, algo que también sucedía en el modelo anterior, mientras que el maletero tiene una capacidad entre 310 y 388 litros, dependiendo de la mecánica que impulse al C-HR (antes entre 358 y 377 litros).
Con versión híbrida enchufable
La gama mecánica es más potente, eficiente y variada que la del C-HR hasta ahora conocido. Son tres las opciones disponibles, dos híbridas autorrecargables de etiqueta Eco con 140 y 198 CV (frente a los 122 y 184 CV actuales) y una híbrida enchufable de etiqueta Cero con 223 CV de potencia final. Los dos primeros, 140H y 200H, parten de motores gasolina de 1,8 y 2 litros con 98 y 152 CV de potencia, los cuales se asocian con bloques eléctricos de 70 y 83 kW y una ligera batería de 4,08 kWh de capacidad y con mayor rango de uso eléctrico para mejorar la eficiencia. De ambas opciones, la más potente está disponible con sistema de tracción total inteligente AWD-i.
Según los datos que adelanta la marca, el consumo medio de las variantes híbridas está ente los 4,8 y los 5 litros a los 100 km y las prestaciones son mejores que las del C-HR anterior, destacando los escasos 7,9 segundos que tarda la versión de 2 litros y cuatro ruedas motrices en acelerar de 0 a 100 km/h.
Por su parte, la mecánica híbrida enchufable es nueva en este modelo, pero no en Toyota, ya que es la misma que impulsa al renovado Prius (modelo que todavía no está a la venta en España). En este caso, el sistema del C-HR 220PH ofrece 223 caballos que emanan del mismo motor gasolina de 2 litros y 152 caballos de las versiones híbridas convencionales, pero se combina con un bloque eléctrico de 120 kW y con una batería de 51 kWh de capacidad para ofrecer una aceleración desde parado hasta los 100 km/h en solo 7,4 segundos y una autonomía eléctrica de 66 kilómetros.
Asociado a esta versión estará disponible la función “geofencing”, que con la ruta del navegador activada conecta automáticamente el motor eléctrico cuando detecta que se circula por zonas de bajas emisiones.
A finales de año
Además de toda esta evolución estética y mecánica, Toyota anuncia una mejora dinámica importante gracias a una nueva puesta a punto de suspensión, frenos y dirección.
En cuanto al equipamiento, hablamos de una marca que tiene la innovación por bandera, de modo que no iba a ser menos en este apartado, destacando los recursos mejorados del paquete de seguridad Toyota Safety Sense.
Toyota admite reservas online del C-HR desde este mismo momento en el que se ha presentado mundialmente, pero a los concesionarios llegará entre finales de este año y principios del siguiente. Los precios están aún por fijar, pero la gama se estructurará en torno a la variante deportiva GR Sport y otra tope de gama, también con una edición de lanzamiento Premier Edition de cada una con un equipamiento más completo y exclusivo.
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