En el mercado de los coches sabemos que hay modelos más accesibles y turismos de alta gama para los bolsillos más pudientes. Sin embargo, hay otro escalafón más en esta gama de precios, donde estas cifras llegan a marcar cantidades escandalosas. Marcas como Bugatti, un fabricante de coches francés adquirido por Volkswagen en 1998, están especializadas en crear vehículos hiperdeportivos e híper caros.
Algunas personalidades como Cristiano Ronaldo se han dejado ver con modelos de esta marca, al mismo tiempo que tantos otros famosos podrían comprarse un modelo Bugatti pero ha sido el fabricante quien les ha negado la posibilidad.
Precisamente, es de Bugatti el coche más caro del mundo. El Bugatti Chiron Profilée es un superdeportivo de lujo que se subastó a través de la prestigiosa casa RM Sotheby’s con un precio final de, nada más y nada menos, 9.792.500 euros. Esta cifra ha sido la mayor cantidad que nunca se ha pagado por un coche nuevo.
El Chiron es un modelo de Bugatti que se presentó en 2016 y del que se plantearon construir solo 500 unidades para mantener la exclusividad del modelo. Dentro de la gama Chiron, sí que se han presentado diversas ediciones como este Profilée o el Chiron Super Sport, que ostenta el récord mundial de velocidad con un coche de producción en 490 km/h.
El Bugatti Chiron Profilée es un modelo absolutamente único, más aún que cualquier otro Chiron, ya que se trata de una unidad preserie que no ha llegado a comercializarse de forma oficial ya que la producción de los Chiron ya había llegado al límite máximo de 500 mientras se producía este modelo especial.
El último motor W16 de Bugatti
Además de su exclusividad, otro de los rasgos que destacan en este Bugatti es que será el último en llevar el motor W16, de 8 litros de cubicaje y 16 cilindros en W que, gracias a sus cuatro turbos, llega a alcanzar los increíbles 1.500 caballos de potencia.
Las prestaciones son tan impresionantes como su aspecto: acelera de 0 a 300 km/h en 12,4 segundos. Es capaz de pasar de 0 a 100 km/h en 2,3 segundos y de alcanzar los 200 km/h en 5,5 segundos. La velocidad está limitada electrónicamente en los 380 km/h.
Artesanía en el salpicadero
Una de las características principales está en el trabajo aerodinámico de la parte trasera, que se ha diseñado para aumentar la estabilidad a alta velocidad, aunque también cuenta con entradas de aire frontales más anchas. La pintura bitono de la carrocería es exclusiva, al igual que el diseño de las llantas con detalles en aluminio pulido.
El color azulado del exterior también se extiende al interior, cuyos acabados en cuero también presentan dos tonalidades, una oscura y otra más clara, siempre con costuras y ajustes realizados a mano por los profesionales artesanos de Bugatti.
Cabe destacar, igualmente, que este Bugatti luce un acabado de cuero único alrededor de la consola central del salpicadero, un trabajo artesanal que ha costado coser más de 2.600 metros de tiras de cuero a mano, colocadas una por una por los artesanos de Bugatti.
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