A pesar de estos datos tan positivos, la Federación Nacional Empresarial de Alquiler de Vehículos con y sin Conductor ha comunicado que “2023 ha sido un buen año, aunque no del todo excelente, pues el entorno se ha teñido aún de incertidumbre, un contexto protagonizado, entre otros, por una subida de los precios de los coches, una escalada de la inflación y el incremento de algunos tipos de interés”.
En este sentido, la patronal espera que a lo largo de este ejercicio se normalicen las relaciones con los fabricantes y que la situación económica mejore y, por ello, los costes, hasta alcanzar un escenario más cercano al habitual. Además, de cara al presente año, FENEVAL prevé superar claramente el techo alcanzado en la facturación obtenida durante el año 2019.
“Con todo, la salud financiera de los Rent a Car es positiva. Hemos sido testigos de una alta demanda por parte de los usuarios de los vehículos de alquiler y las compañías han sabido responder a la misma”.
El motor del turismo
Aun así, insisten en una actitud de precaución y un margen de mejora en la compra de coches considerando que “debemos continuar trabajando para obtener una mejor rentabilidad para nuestro sector”, destaca al respecto Juan Luis Barahona, presidente de la patronal.
El pasado ejercicio se posicionó, además, como el ejercicio en el que se recuperó la senda del crecimiento del sector turístico. Y es que, a lo largo del pasado 2023, se ha superado cualquier tipo de objetivo, incluso el del 2019.
Para FENEVAL, este año estará marcado por una serie de desafíos de gran envergadura a los que debe enfrentarse el conjunto de la cadena de valor como la seguridad jurídica y normativa, el avance en digitalización o el desarrollo de leyes, entre las que destacan la Ley de Movilidad Sostenible, o la homogeneidad normativa entre comunidades autónomas y ayuntamientos.
Comentarios