El Ayuntamiento de Madrid crea 336 nuevos aparcamientos para motos: ¿son suficientes?

El Ayuntamiento de Madrid ha anunciado la creación de 336 nuevas plazas de aparcamiento para motoristas, una solución que llega después de haber endurecido las sanciones para aquellos que aparquen sus respectivas motocicletas en las aceras si estas no cumplen una serie de requisitos. Pero, ¿son estos centenares de plazas suficientes para cubrir las necesidades de todos los usuarios de moto que residen en la ciudad de Madrid?

Desde Anesdor han confirmado que, pese a que valoran positivamente esta actuación, el total de 336 plazas queda muy lejos de resolver los problemas de aparcamiento a los que se enfrentan, a día de hoy, los motoristas. 

Estos 336 aparcamientos se sumarían a los 12.443 ya existentes, una cifra que desde luego se queda corta en comparación con el volumen de motos registradas en la ciudad de Madrid. En total, hay 269.000 motocicletas censadas en el área metropolitana, lo que representa el 14% de todos los vehículos regularizados. 

25.000 aparcamientos para 2023

Los datos que maneja Anesdor muestran que de toda la zona SER de Madrid, solo un 1,8% está dedicada específicamente a las motos, un porcentaje que debería subir hasta 60.000 plazas más atendiendo al porcentaje de población que disfruta de estos vehículos. Históricamente, el aparcamiento de las motos ha sido siempre la acera y los usuarios no cuentan con una alternativa real a este tipo de estacionamiento, enfrentándose a veces a sanciones económicas. 

Por esta misma razón se había propuesto, desde el Ayuntamiento, crear un total de 25.000 nuevas plazas de cara al próximo 2023. Estas nuevas 336 son un paso adelante, pero quedan lejos de cumplir ese objetivo que se debe alcanzar en poco menos de un año. Anesdor considera necesario que "se alcance una cobertura de aparcamiento que permita que todo el estacionamiento sea en calzada, algo aún muy lejano a tenor de las cifras".

Por otra parte, desde la asociación se considera que estas plazas se deberían implantar de forma homogénea: antes y después de los pasos de peatones, en los cruces, para mejorar la visibilidad y, en general, en aquellos espacios aprovechables de la calzada como pueden ser las zonas exteriores de algunas rotondas.