La clave para 'estrenar coche' aunque tenga muchos años está en el motor

Los vehículos han evolucionado muchísimo en los últimos años. Sin embargo, si eres de los que tiene uno más antiguo, puedes seguir sacándole máximo partido, con un buen mantenimiento y ciertas claves de mecánica. 
Un mecánico cambiando el aceite de un vehículo
Un mecánico cambiando el aceite de un vehículo
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Un mecánico cambiando el aceite de un vehículo

Los vehículos han evolucionado a un nivel estratosférico durante los últimos años. Las carreteras de España y resto del mundo son transitadas por 'máquinas' que contienen unas condiciones envidiables. Nuevos motores más potentes, silenciosos, contaminan menos, ofrecen más seguridad, mayor eficiencia y un rendimiento óptimo. 

Sin embargo, estos vehículos necesitan ser mantenidos a diario para que su rendimiento no se vea afectado comúnmente, lo que podría generar algún que otro problema grave mientras conduces por las diferentes carreteras españolas. 

Los motores de combustión, es decir, los de diésel y gasolina, comienzan a fallar, a perder potencia y aumentan su consumo cuando algo no va bien en su interior. Esto provoca que algunos de sus dueños no sepan encontrar un problema que, curiosamente, piensan que es por la edad del elemento o por el sinfín de kilómetros recorridos desde que adquirieron el automóvil en cuestión. Sin embargo, estos tipos de problemas llegan tras un mal mantenimiento del vehículo y del motor.

¿Cómo saber que el motor está fallando?

A pesar de que con el paso del tiempo los motores de los vehículos comienzan a resentirse, hay una técnica que 'recupera' el buen estado del corazón de tu vehículo, su rendimiento, agrado de conducción y, además, le asegura unos años más de vida. 

Cuando utilizas de manera recurrente un motor diésel a bajas revoluciones y velocidades, crea como una especie de residuos que taponan prácticamente los conductos internos del motor, por lo que sufrirá un problema en el momento de 'respirar' y no será tan eficiente. Los síntomas del motor pueden ser los siguientes: aumento del consumo del combustible, pobre respuesta de aceleramiento, o aspereza en el funcionamiento del vehículo, entre otros. 

La solución a tus problemas del motor

Sin embargo, estos problemas tienen solución en la mayoría de los casos, aunque no será una tarea nada sencilla: desmontar y limpiar cada una de las piezas que forman el motor del vehículo. La clave está en el desmontaje de los objetos relacionados con la entrada de aire al motor (válvulas, colector de admisión...), puesto que nos desvelará la cantidad de residuos que hay acumulada en el interior. 

Para una limpieza segura y óptima, lo recomendable sería llevar nuestro respectivo vehículo a tu taller de confianza, y que los profesionales hagan el resto, pues cuentan con herramientas mucho más efectivas, que te dejarán tu automóvil como nuevo. 

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