Los vehículos también sufren los efectos del frío, sobre todo cuando se encuentran aparcados a la intemperie, por lo que en las zonas de España donde las temperaturas suelen ser muy bajas, debemos comprobar algunas piezas del coche para que no les afecten las heladas.
Entre ellas, hay un elemento que sufre más sobre el resto, y no estamos hablando del parabrisas, que con la bajada de temperaturas se congela y dificulta mucho la visión, sino que es una pieza que resulta esencial para el correcto funcionamiento de un vehículo.
¿Qué pieza hay que revisar antes del invierno?
Este elemento del vehículo no es otro que la batería, ya que gracias ella se puede poner en funcionamiento el coche, debido a que es clave para el motor de arranque, por lo que es muy importante revisarla antes del invierno para comprobar que no está descargada o afectada.
Según se indica desde el Real Automóvil Club de España (RACE), la vida útil de las baterías suele ser de 3 a 5 años, sobre todo las de 12 V que llevan todo tipo de vehículos, tanto de motor de combustión, como eléctricos, que son esenciales para el arranque del motor. Por ello, habrá que comprobar si es necesario sustituirla antes de los meses fríos o sobra con recargar gracias a un cargador.
¿Cómo afecta el frío a los coches?
Las temperaturas gélidas afectan, como hemos indicado en las líneas anteriores, a la batería de nuestro vehículo, pero también otros elementos del coche sufren con la llegada del frío a nuestro país. Por ejemplo, el sistema de frenado pierde eficacia, por lo que debemos prestar atención en revisar las pastillas y comprobar que no se haya congelado el líquido frenos, lo mismo que le puede ocurrir al limpiaparabrisas o al líquido refrigerante del motor.
Por otra parte, el sistema de climatización también sufre con el frío, por tanto, es esencial revisarlo antes del invierno para comprobar su eficiencia, ya que resulta primordial a la hora de desempañar los cristales por las bajas temperaturas.
¿Cómo actuar si se produce el temido aguaplanin?
En primer lugar, el aguaplanin puede producirse por la falta de dibujo o presión del neumático, así como por circular a una velocidad inadecuada, por lo que se produce una pérdida del control.
Por ello, la DGT recomienda mantener la calma y sujetar de manera firme el volante con las dos manos. A su vez, hay que evitar frenar o acelerar hasta que las ruedas vuelvan a “agarrarse” al asfalto, en este punto, lo mejor es corregir la trayectoria y reducir la velocidad considerablemente para evitar que nos vuelva a suceder. También se aconseja tener mucho cuidado con las hojas caídas, ya que actúan como una capa de hielo sobre el asfalto.
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