El pasado martes el Palacio Real se visitó con sus mejores galas para acoger al emir de Qatar, Tamim bin Hamad Al Thani, y a su esposa en una velada donde asistieron más de un centenar de invitados, entre los que se encontraban el presidente del Gobierno, varios ministros y empresarios destacados con los reyes, don Felipe y doña Letizia, como anfitriones.
La velada tuvo lugar en el Comedor de Gala en torno a la mesa imperial donde se ofreció un menú sin vino y sin carne respetando las reglas del islam confeccionado por el chef Ramón Freixa.
El menú, que corrió a cargo del chef dos estrellas Michelín, arrancó con espárragos blancos y verdes con tartar de ventresca para seguir con mero con arroz meloso. En cuanto a los postres, cerezas, queso fresco y pimienta de Sichuan.
Para maridar, en lugar de servir vino, como es tradición, se sirvió agua y zumo para respetar la prohibición del islam de beber alcohol.
¿Quién es Ramón Freixa, el chef encargado del banquete?
Nacido en Castellfollit de Riubregós -Barcelona- en 1971, este chef estudió Gestión y Dirección Hostelera en la Escuela Superior de Hostelería y Turismo de Sant Pol de Mar para, a principios de los años 90, ir tomando las riendas del restaurante familiar El Racó d’en Freixa, gestionado por su padre, Josep Maria Freixa.
Casi 20 años después, Freixa da el salto a la capital donde abre Ramón Freixa Madrid, que a los poco meses de su apertura recibe su primera estrella Michelin para, un año más tarde, en 2010, conseguir la segunda.
En 2012 pega el salto internacional abriendo el restaurante Erre, en Cartagena de Indias -Colombia-, para un año más tarde poner en marcha su servicio de catering, a cargo del Palacio Real y otros espacios.
Junto con el chef Paco Roncero, en 2020 arrancan el proyecto Cuatromanos, un servicio de comida a domicilio en la capital. En la actualidad Freixa gestiona el restaurante Ramón Freixa Madrid, en el Hotel Único, Ático, en el hotel The Principal, Mas de Torrent, en Ampurdán, y Erre, en Cartagena de Indias.
Su buque insignia
De entre todos los restaurantes, el que lleva su nombre es el más mimado, un lugar donde los sabores logran desvelar lo que los ojos no consiguen ver y el servicio parece una coreografía que se desarrolla entre platos y copas.
Lo que Ramón Freixa Madrid ofrece es "un viaje de emociones a través de sus platos donde locura y sentido común se encuentran para hacer de la experiencia gastronómica un momento inolvidable desde hace ya más de diez años".
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