Fran Martínez, finalista de MasterChef 9: "Mi restaurante es una fusión de cocina tradicional con el sello de MasterChef"

Fran Martínez a las puertas de Casa Taberna, de Samantha Vallejo-Nágera.
Fran Martínez a las puertas de Casa Taberna, de Samantha Vallejo-Nágera.
Instagram @franmchef9
Fran Martínez a las puertas de Casa Taberna, de Samantha Vallejo-Nágera.

Hay para quienes, aspirantes y espectadores, lo de MasterChef es poco menos que una religión. Desde que las cocinas más famosas de la televisión encendiesen los fogones allá por 2013, el famoso talent culinario no ha dejado de recibir y recibir concursantes que, si bien no todos se podían llevar el premio, sí una increíble experiencia vital y profesional. 

MasterChef Junior, Celebrity... Hay quienes entran al programa con un oficio -que nada tiene que ver con la gastronomía- y con cierto renombre en el panorama actual en su versión Celebrity, aunque también están quienes sueñan hacer de su afición su modo de vida y participan en el concurso con la esperanza de abrirse camino en el sector.

Algo así le ocurrió a Fran Martínez, finalista de la novena edición del programa, quien vio en las cocinas de MasterChef y en las enseñanzas de los jueces la manera de soltar la bandeja de camarero y encender los fogones para dar rienda suelta a su pasión por el buen hacer en la cocina. 

"La verdad es que MasterChef a mí me ha dado la vida y me ha dado mucha confianza en mí mismo", confiesa orgulloso Martínez. "Confiaron en mí para darme la oportunidad y nada de lo que estoy haciendo ahora habría sido posible sin el programa".

¿Empezó a dedicarse por placer al mundo de la hostelería o desarrollarse profesionalmente en el sector le hizo interesarse por lo que pasaba al otro lado de la puerta, cuando se encendían los fuegos? Habría que preguntarse si fue antes el huevo o la gallina para buscar el origen de esta pasión en la vida de Fran Martínez, quien nos confiesa que, antes de entrar a MasterChef ya se dedicaba a la hostelería, pero de una manera muy diferente: "Yo llevo 15 años en la hostelería, de los cuales 14 han sido de camarero. Al final me fui metiendo cada vez más en la cocina, siendo más crítico, perfeccionando, cosas que no me gustaban y que considero que no tengo que hacer para los demás".

Disfrutar con los cinco sentidos

Se podría decir que durante su paso por el concurso pudimos comprobar cómo Fran le pone los cinco sentidos a todo lo que hace, aunque esta expresión ha cobrado un significado especial en su vida desde que el pasado mes de febrero, en su Cuenca natal abriese un restaurante que lleva este nombre: 5 sentidos

"Llevo 15 años en la hostelería, de los cuales 14 han sido de camarero"

"Para el nombre le dimos vueltas y vueltas, y al final se le ocurrió a mi mujer, que se despertó asustada de madrugada y me dijo que lo tenía: 5 sentidos. Y pensé que tenía razón porque cada plato hay que disfrutarlo con los cinco sentidos", comenta el chef del local sobre la elección del nombre. 

Tras su paso por el programa, Fran buscaba dedicarse de otra manera a la hostelería y poner en práctica todo aquello que había aprendido en las cocinas de MasterChef, un sueño que ha conseguido hacer realidad en 5 sentidos. 

"He querido traer a Cuenca todo lo que he aprendido de los tres jueces de MasterChef", asegura Martínez. "En Cuenca lo que busco es que la gente coma un menú degustación y una carta atractiva, basado en nuestra cocina tradicional, en lo que más nos gusta, pero con los toques de MasterChef"

Según asegura el cocinero, "el restaurante es una fusión de cocina tradicional con vanguardia, llevando el sello que a mí me ha enseñado MasterChef". 

Fran es una de esas personas que se muestra agradecida ante la vida y ante todas las oportunidades que se le han puesto en el camino: "En mi camino me encontré con Antonio, el jefe del restaurante de MasterChef, que es de Albacete, de La Roda, y es una persona excepcional que me ha echado un capote con mi proyecto" asegura sobre el proceso que le ha llevado a hacer su sueño. 

Cuando 5 sentidos era solo una idea en su cabeza, el cocinero ya tenía claro que la cocina tradicional manchega iba a ser el hilo conductor de la oferta de su local: "En una cocina manchega no puede faltar su ajo de Las Pedroñeras, las cebollas, las zanahorias… la base de los guisos tenemos que tener clara cuál es, y son las verduras", asegura el chef cuando le preguntamos sobre aquellos ingredientes que no pueden faltar en su restaurante. 

"La historia de cada plato representa la tradición, pero subiendo el caché"

"Pisto manchego, pimiento rojo, pimiento verde, calabacín, berenjena… pero la base de la cocina manchega es una cocina de pobres", confiesa Fran, quien ha dotado a estos platos típicos de la vanguardia y la técnica que necesitan para ser únicos.  "La historia de cada plato representa la tradición, pero subiendo el caché, para llevarlo a la vanguardia sin renunciar a nada de lo que nos han dado de comer nuestras madres o nuestras abuelas".

Mucho más que una experiencia profesional

El orgullo se le sale por cada poro de la piel, y es que Martínez no puede esconder la felicidad que le provoca sentirse un auténtico ex concursante de MasterChef, haber podido pasar por sus cocinas y aprender de los mejores. 

Aunque breve, intenso, y su paso por el programa ha supuesto un auténtico antes y después en su vida, del que ha extraído una incontable cantidad de lecciones que para él se quedan. 

"De Jordi Cruz me llevo la admiración y la superación a nivel personal, de Pepe Rodríguez la tradición elevada a otra dimensión, y de Samantha la confianza, el tesón y el espíritu de lucha", confiesa sin titubeos el concursante. 

"De Jordi me llevo la admiración, de Pepe la tradición y de Samantha la confianza"

No es un secreto para nadie que la relación entre Fran y la juez de MasterChef va mucho más allá de una relación aspirante-jurado, y es que los dos se profesan en público siempre que pueden el cariño que tienen el uno por el otro. 

"Con Samantha tengo una relación muy pero que muy especial", asegura el chef de 5 sentidos. "Fue la primera no solo en abrirme las puertas de su restaurante en Segovia, sino también en abrirme las puertas de su casa, que mi mujer, que mis hijos y que yo durmiéramos allí, que continuara aprendiendo en la gastronomía que ella hace allí... es una persona demasiado especial para mí", confiesa con un cariño desmedido el cocinero.

A través de las redes sociales hemos podido comprobar que el cariño que es mutuo, ya que Samantha también aprovecha cualquier oportunidad para mostrar su afecto al cocinero conquense. Unas semanas atrás la juez de MasterChef se sometía a un preguntas y respuestas con sus seguidores a través de su cuenta de Instagram donde, cuando le preguntaban por su favorito no tardaba en pronunciar su nombre: Fran Martínez

"Para mí Samanta es un grandísimo apoyo"

"Se ha portado muy bien conmigo, cualquier consejo que le pido me lo sigue dando y hablamos todas las semanas. Para mí Samanta es un grandísimo apoyo. Tiene muchísimo trabajo con sus empresas pero le hablo y a los cinco minutos me ha contestado. Tiene un corazón que lo dispone para los demás", se deshace en halagos el cocinero con Vallejo-Nágera. 

Nostalgia y agradecimiento

Le preguntamos a Fran si la vida como empresario de la hostelería le ha arrollado o sigue sacando hueco para ver a los nuevos aspirantes a llevarse la chaquetilla desenvolverse entre fogones. Y la respuesta es precisa: "MasterChef está reservado en mi televisión todas las noches. Es una hora señalada en el reloj que me gusta disfrutar todas las noches y más allá de esos recuerdos melancólicos, agradezco la oportunidad que me han dado en mi vida para lanzarme en mi carrera profesional".

Martínez ni quiere ni puede ocultar la emoción que siente al ver de nuevo las cocinas del talent show culinario encendidas: "A veces mi mujer me pregunta si estoy triste, y es que me gustaría estar ahí". 

Con la experiencia de la pasada edición a sus espaldas y un ojo mucho más crítico y profesional que cuando se encontraba al otro lado vistiendo el delantal de aspirante, Martínez observa la evolución de cada concursante: "De esta edición estoy viendo la evolución de cada aspirante y hay una chica que me encanta por cómo hace las cosas y a todos los aspirantes les va pidiendo más nivel", confiesa el chef. "Verónica va muy fuerte y yo creo que puede ganar", desvela el nombre de su favorita. 

Sin duda, MasterChef ha supuesto un antes y un después en la vida de este conquense que abandonó la bandeja de camarero para ponerse el delantal y coger el toro por los cuernos -o la sartén por el mango en este caso-, y con la experiencia que le ha dado el programa por bandera, comerse el mundo empezando por su ciudad natal. Y la cosa va viento en popa. 

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