Por qué las pajitas para beber triunfaron en los hospitales antes que en los bares

Pajitas de plástico para beber.
Pajitas de plástico para beber.
Imagen de Manfred Richter en Pixabay.
Pajitas de plástico para beber.

¿Quién no ha bebido en la infancia de un botellín de refresco con una pajita de plástico? O incuso la leche, o el agua... Nos pasa muy a menudo que estamos tan acostumbrados a ver y a utilizar elementos del día a día que se nos olvida preguntarnos de dónde proceden o cuál es su historia. Y algo así nos ocurre con las pajitas. 

Según cuenta la historia, la primera versión de estas pajitas la ideó Marvin Stone a finales del siglo XIX. Este fabricante de cigarrillos, cansado de utilizar pajas de centeno para beber que dejaban posos y arenilla en la bebida decidió enrollar tiras de papel alrededor de un lápiz, sacar el lápiz y pegar las tiras. Tiempo más tarde Stone refinó su invento papel manila recubierto de parafina para evitar que las pajitas se empapen y se desintegren. En 1888 patentó el producto.

Mejora a mejora

Si cambiar el material supuso una mejora, cuánto más conseguir hacer que las pajitas se doblen y facilitar así su uso. Este invento es mérito de Joseph B. Friedman, quien en la década de 1930 observó cómo su hija pequeña intentaba beber un batido con una pajita que le quedaba demasiado alta en la mesa, por lo que decidió crear unas corrugaciones para que la pajita de papel se doblase y así cualquier niño pudiese alcanzar sin problema la bebida. 

En 1939, Friedman fundó Flexible Straw Corporation, que más tarde llamada Flex-Straw Company, y a fines de la década de 1940 comenzó a producir las pajitas de manera industrial. 

Una avance en hospitales

No nos cabe duda que este invento nos ha hecho la vida más fácil a todos, pudiendo disfrutar de nuestra bebida de una manera más limpia y fácil, aunque antes que en los bares, por su utilidad, este artículo triunfó en los hospitales y salas de enfermos. 

Cómo las pajitas se convirtieron en un utensilio necesario en hospitales.
Cómo las pajitas se convirtieron en un utensilio necesario en hospitales.
Centro de Archivos, Museo Nacional de Historia Estadounidense.

La idea de Friedman de añadir una parte flexible a este artilugio no solo fue un avance para los niños, sino también para los enfermos, y es que de esta manera no es necesario incorporarse ni levantar la cabeza para poder beber de un vaso o una botella. 

Mostrar comentarios

Códigos Descuento