Los errores que cometes diariamente con tus sartenes y que terminan estropeándolas

Sartenes.
Sartenes.
Trifonenko / iStock
Sartenes.

A todos nos pasa que, de cada sartén y cazuela que tenemos en casa, cada una está destinada a un tipo de elaboraciones. Por su capacidad y tamaño, pero también por su estado; es decir, cuando queremos hacer elaboraciones más delicadas como huevos revueltos o tortitas, todos buscamos la sartén perfecta antiadherente que tenemos en casa, aunque si se trata de freír en abundante aceite, igual nos podemos permitir utilizar una que está en peor estado. 

Vale que, como todos los productos, el menaje de cocina también tiene una vida útil limitada, aunque somos conscientes que, con nuestros errores del día a día, la acortamos de manera exagerada. 

Desde la forma de lavarlas o conservarlas hasta las temperaturas a las que las sometemos o el material de los utensilios que utilizamos, tenemos que tener en cuenta a cada paso cómo alargar la vida de nuestras sartenes. Toma nota de todo lo que no debes hacer -y que probablemente ya te habían advertido antes-. 

Los errores que estropean tus sartenes

¿Cuántas veces estás preparando unos huevos revueltos o una tortilla francesa, por ejemplo, y utilizas un tenedor para remover? Mal. Para alargar la vida del antiadherente, es fundamental alejar los metales de nuestra sartén, por lo que utilizaremos utensilios de madera o de plástico. 

Otra de las cosas que tenemos costumbre de hacer y que también maltratan el antiadherente es la sobreexposición al calor. Aunque como es lógico, la sartén tiene que estar caliente para cocinar los alimentos, no te olvides de retirarla del fuego cuando ya no sea necesaria, ya tenga aceite o no. 

Especialmente si tienes fuegos en lugar de vitrocerámica o inducción te habrá ocurrido más de una vez lo de, meter la sartén tanto al fuego que el mango comience a derretirse. Si termina por desprenderse será complicado e incómodo utilizar esa sartén. 

Una vez que hemos terminado de usarlas, ¿qué hacemos? Dejar que se enfríen y lavarlas. Pues cuidado con cómo ejecutas ambas acciones. Otro de los grandes errores que pasan factura a tus sartenes es, cuado están calientes, echarles agua fría, ya que el cambio brusco de temperatura acaba deformando la sartén y rompiendo el difusor del calor.  

En cuanto a la forma de lavarlas, evita el estropajo, ya que es demasiado agresivo, y por supuesto, el lavavajillas, por lo que lo ideal es utilizar una esponja de nylon. 

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